Feve nos trata como mercancía
Todos los días vengo a Oviedo desde El Remedio en el tren de Feve que pasa a las 8.50 horas, aunque algunos días se retrasa algo. En general se nos trata correctamente a los viajeros, aunque a veces me entra la sospecha de que somos conceptuados como mercancías.
Lo digo porque recientemente, dos días seguidos, el tren de Feve en el que vengo por la mañana tuvo una extraña demora el primer día citado, y al siguiente el tren paró por necesidades del servicio poco antes de llegar a Parque Principado y cuando llegó a este citado parque el maquinista se bajó del tren y nos dejó encerrados a los viajeros mientras cambió de convoy con su compañero que llegaba procedente de Oviedo y proseguimos la marcha. Es un riesgo innecesario dejar cerrados en un tren a los pasajeros. Los accidentes suelen ocurrir en segundos. Pero si los viajeros somos entendidos como mercancía, ¡qué mas da!
Mercancías debemos ser porque, a mayor abundamiento, hoy, en el tren que yo tomo habitualmente llovía dentro casi tanto como fuera.
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