Cómo salir de la crisis
Ante la grave crisis económica que padece España, el actual Gobierno que preside el señor Rodríguez Zapatero ha ido tomando una serie de medidas de carácter económico y social cuyo efecto ha sido muy poco significativo para paliar el continuo aumento de ciudadanos en paro. En principio, negó la existencia de la crisis, lo que retrasó la adopción de medidas para atajarla; posteriormente, se fueron poniendo en marcha actuaciones cuyo resultado ha sido muy poco eficaz en la creación de empleo, lo que ha ido creando en todos los estamentos y, en particular, en los ciudadanos una situación de preocupación y desamparo cuyo final es totalmente imprevisible. España es una potencia económica media que en la segunda mitad del pasado siglo transformó su sistema económico a niveles semejantes a los de los países del entorno, pero que puede ahora volver a situaciones mucho menos brillantes si no se toman las medidas necesarias. La responsabilidad de establecer estas medidas corresponden al Gobierno de España y, en particular, a su Presidente. Hasta el momento el señor Rodríguez Zapatero ha sido totalmente ineficaz para resolver una situación cada más crítica. En otros estamentos de sociedad, tales como empresas, sociedades deportivas o asociaciones culturales y también en las políticas, regidas todas ellas por un presidente, es ley general que cuando su presidente comete errores que afectan a la supervivencia de la organización lo cesan. Ahora se comenta en medios políticos la posibilidad de elecciones anticipadas; creo que es un gran error porque cuestan mucho esfuerzo y dinero y no estamos para derrocharlo y, además, existe la probabilidad de sigamos como estamos. Me parecería mucho más apropiado y rentable que el actual presidente del Gobierno, señor Rodríguez Zapatero, dejase su cargo y volviese a otra actividad menos trascendente que la dirección del Estado español. El PSOE ganó las últimas elecciones y es este partido quien tiene que liberarnos del actual presidente de España. Hay suficientes personas en el PSOE de capacidad reconocida para dar a los españoles una esperanza y, sobre todo, la ilusión necesaria para que la crisis económica pueda superarse. Dejemos que el tiempo diga más tarde quién debe gobernanr cuando pase el período ordinario para nuevas elecciones.
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