Felipe VI y la "compi yogui"
Todo esto podemos esconderlo, dejarlo difuminarse, olvidarse del mensaje que la Reina le mandó a su amigo López Madrid nada más estallar el escándalo de las tarjetas “black” por el que está siendo investigado, además de por otras causas: "Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso, Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, 'merde'. Un beso compi yogui (miss you!!!)".
Este domingo en la misa de pascua volvió a verse la cara de esta señora en una escena propia de barrio bajero, donde ha tenido con su suegra en público un episodio para sentir vergüenza ajena todos nosotros. Ha tenido que interferir el Rey, su marido. ¿Qué enseñanza les está dando a las próximas herederas al trono?
Todo esto debe mostramos el camino de una democracia de verdad, escrita en mayúsculas, donde todos los cargos ajenos a libre designación por los representantes legalmente elegidos, tengan que pasar por las urnas ¡que es eso de heredar cargos por ser hija-o de tal señor!
Nuestros representantes son y deben ser los primeros en dar ejemplo, se pueden equivocar, pero al menos deben pedir disculpas por mostrarse tan humanos como cualquiera. Aunque cualquiera no tiene los privilegios que les concede nuestra constitución a los Reyes. Por eso la Reina consorte no puede comportarse como si fuera Doña Pepita la del 5º.
La Reina Sofía, implicada en esa escena, siempre fue ejemplo de saber estar, de aguantar carros y carretas, sabedora que representaba un cargo que de otra manera debiera renunciar a él. Usted, Doña Letizia, puede hacer lo mismo, irse por donde vino y así sabremos el amor que se procesan ustedes los reyes. Veríamos si Felipe estaba dispuesto a renunciar al cargo por irse con el amor de su vida, o el amor de su vida no era más que amaño e interés de los dos o de alguno en concreto. Nadie les ata a representar tan enorme cargo, ¡váyanse! a vivir su vida privadamente y entonces comprenderemos sus miserias, por ser las mismas que las de los demás, pero si se quedan, deben merecer que les sigamos manteniendo, y muy bien por cierto; para un cargo que en resumidas cuentas es puro simbolismo, una especie de "ni fu, ni fa".
Ahora que tendrán que ponerse de acuerdo varias fuerzas para cambiar la Constitución, un artículo a eliminar debe ser el de la inviolabilidad del Rey, semejante prerrogativa no puede aplicársele a ser humano alguno tenga el cargo que tenga.
De toda la casa real, el rey Felipe y su madre me merecen un gran respeto por su preparación y distinción, pero los compañeros de viaje que eligieron no están a la altura de ellos en nada.
No me inmiscuyo en la vida de nadie, cada cual puede vivir con quien quiera, pero si éstos señores viven de nuestros impuestos, que menos que pedirles que las diferencias y disputas con padres políticos las dejen para el ámbito privado sin estos amiguitos "compi yoguis" que les delatan y desmerecen.
A pesar de ser republicano, Felipe VI me parece de lo mejor que tenemos en la vida pública española, todo heredado de su madre. Al contrario de los demás, que entre cuñados, hermanas, padre y pareja le están haciendo la puñeta.
José Viñas García, Villamiana (Oviedo)
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