La confusión de Babel
Con motivo de la cooficialidad de la lengua asturiana aparecieron en este diario opiniones de lectores sobre el texto bíblico que no son exactas.
En el libro del Génesis XI, 1-9 se dice que Dios confundió las lenguas y dispersó a los constructores de la torre de Babel.
Se trata de un texto alegórico cuya interpretación es coherente con las narraciones bíblicas de la creación y del Pentecostés, donde se manifiesta que la diversidad y la dispersión espacial de etnias y de lenguas es querida por Dios para su creación.
La Torre es una estructura elevada y cerrada sobre sí misma, es baluarte separado y defensivo, expresión de aislamiento y de poder.
La Torre de Babel imitaba la construcción escalonada y piramidal del zigurat, centro político y religioso del imperio de Babilonia subyugador de pueblos, incluido el de Israel.
La Torre de Babel es el símbolo bíblico de las dictaduras, los totalitarismos y absolutismos de todos los tiempos.
La acción de Dios en Babel no fue punitiva sino disuasoria. La confusión de lenguas y la dispersión no fueron una maldición ni un castigo divinos sino una iniciativa de Dios para devolver a la humanidad el don de la diversidad y preservarla de las fuerzas negativas y centrípetas que maquinan para procurar su uniformidad y sumisión.
José Ramón García Fernández, excapellán del HUCA
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