Siguen pensando que Europa termina en los Pirineos
Viendo la deriva que está tomando todo el conflicto que nos está generando la huida del expresidente del Gobierno catalán, primero a Bélgica, y la reciente excarcelación por decisión de un juez del Estado federado o Land, de Schleswig Holstein en Alemania, uno no puede sino asombrarse y empezar a hacerse preguntas de todo tipo. Primero: ¿de dónde saca ese señor el dinero para hacer frente a todo lo que se supone que debe costar todo cuanto está haciendo? Segundo: ¿cómo puede ser que este señor sea capaz de salirse con la suya, y en la práctica burlarse de normas y leyes de todo un Estado libre y democrático y miembro de la UE, y con el agravante de permitirse el lujo de ir por todas partes desprestigiándonos como país, y tener que ver que esta España nuestra y suya (aunque él la desprecie) dé la impresión de ser sorda, muda y medio boba que ni oye ni se entera, y no sabe defenderse de todo el daño que este sujeto le está ocasionando?
Cuesta entender que mientras ese señor es capaz de contratar a los mejores abogados de cada lugar donde cae, capaces de defender su particular visión de los hechos, España por el contrario, que como Estado dispone de toda una legión de abogados, no sea capaz de demostrar dominar el conocimiento del derecho internacional hasta el punto de defenderla en Alemania y allí donde fuera preciso, demostrando que este señor no tiene razón, y que lo que pretendió, en mi opinión, fue saltarse nuestras normas y leyes a su antojo y hacer de una parte de España un Estado independiente sin el consentimiento del resto de la nación, que somos mayoría y que se supone que también tendremos derecho a manifestar libremente nuestra voluntad o punto de vista al respecto. Para más burla, la señora ministra de Justicia del Gobierno alemán se olvida de que tanto en su país como en el nuestro hay separación de poderes y en lugar de procurar como mínimo ser neutral, según parece, intenta inclinar la balanza a favor de quien se supone fue quien faltó en todo en el cumplimiento de sus obligaciones como gobernante de una de nuestras autonomías y le echó un pulso al Estado español olvidándose de que él, como representante de una de nuestras autonomías, también forma parte de ese Estado que él, en mi opinión, pretendió dividir y del que tan bien vive gracias a nuestros impuestos.
Por lo poco que conozco a los alemanes, por mis doce años de emigrante en ese país, puedo decir sin temor a equivocarme que si algún presidente de Gobierno de alguno de los estados federados o Länder alemanes hubiese intentado hacer a la República Federal Alemana lo que este señor intentó hacerle al Reino de España, ese señor habría tenido un buen escarmiento, y un trato bien distinto del que está teniendo. No se puede entender lo que está pasando. En mi opinión, nos toman por el pito del sereno. Siguen creyendo que Europa termina en los Pirineos.
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