Estudios primarios
En tiempos no muy lejanos y con motivo de una observación arqueológica en una granja del sur de los EEUU cuyo apogeo coincidió con los mejores momentos del esclavismo se encontraron los investigadores con una suerte de murias de piedra sin mucho sentido. Al parecer, concluyeron los investigadores, aquellas interminables hileras de piedras fueron amontonadas porque, sencillamente, había mano de obra de sobra como para hacerlo. Es decir, se podía tener a los negros entretenidos acarreando piedras en los ratos libres que para eso estaban.
La no muy honorable señora presidenta de la Comunidad de Madrid, con el asunto de sus falsificaciones académicas, ha llegado a decir que esos estudios no le aportaban nada. Ya lo ven; como en el caso de los esclavos negros de Carolina ella optó a ello porque podía. Porque el sistema tóxico le permitía obtener una titulación sin más esfuerzo que las tasas, poniendo a su servicio recursos públicos en un jeribeque apestoso.
Pero a mi entender ese no es el asunto de mayor dimensión. No, como se ha podido contrastar sin ir más lejos en esta misma sección hay muchos, muchos, ciudadanos cuya percepción de ese tipo de corrupción y mal función del sistema es prácticamente nula. Le pueden dar un master porque su cargo le convalida lo que haga falta, ha llegado a decir uno.
No merece la pena explicar por qué eso es una indecencia que debiera tener consecuencias muy severas para todos los implicados, pero si merece que personas como yo consideremos con qué tipo de convecinos nos jugamos los cuartos. Es lo que hay; los males instalados en las comunidades llegan a normalizarse de tal modo que llega a ser difícil apreciar su venenosa dirección de nuestra posición.
Por otro lado me da por creer que no es cierto lo de que no le hiciera falta a la señora ese título. Cabe pensar que cada cual piensa en su futuro, y la carrera política tiene demasiadas sillas y zancadillas. Un puestecito en una eléctrica o telefonía que requiera un doctorado no es mal retiro del mundanal ruido. Piensen en ello. Piensen, también, que quien ha sido innoble para conseguir algo no dejará de serlo para perjudicarles en sus facturas. He dicho.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

