La salud antes que el negocio
Las nuevas buenas noticias para el vecindario, y malas para la alcaldía, vuelven a poner en la retina y los oídos las promesas que el alcalde de Siero hizo a las vecinas en el Llar El Mataderu cuando era candidato a las municipales y de las cuales promesas se desdijo en cuanto tuvo ocasión para "relacionarse" en exclusiva con la empresa, a la que iba a ver con propuestas comunes, según relataba en los medios, y a la que de nuevo se dirige con preferencia, según lo nuevamente anunciado en la prensa, tras el varapalo judicial en el TSJA que el alcalde contribuyó a preparar con sus "consejos"..
¿un comportamiento normal?
¿No debiera en primer y prioritario lugar el Ayto dirigirse de forma humilde y propositiva a la Plataforma Vecinal que ha tenido reconocimiento jurídico en los tribunales, y que ha estado y está en la intención única de preservar la salud de vecinas y vecinos, de guajas y guajes, de personas veteranas , de deportistas y de viandantes que se verían negativamente afectados en su salud si el "Plan", declarado ilegal, del Ayto hubiera seguido su curso?
Si pese a los reclamos elementales de la "plataforma Crematorios al LLau de la Xente Non" el señor alcalde se empecinó en dar licencia de apertura del crematorio, en vez de esperar que el Tribunal resolviera como ahora lo ha hecho, ¿no le corresponde responder con su peculio particular a esta irresponsable actitud por las emisiones, por el arranque, por las falsas expectativas generadas, por la torpeza de procedimiento, que, ahora, pretende derivar hacia el personal técnico, como si la responsabilidad y la irresponsabilidad en este caso no les correspondiera a quienes gobiernan en Siero y cobran del erario público por ello..?
Por falta de "avisos" no habrá sido. La plataforma local ha estado informando, organizando charlas, debates, exposiciones, recabando firmas y pronunciamientos, y ha estado en el Pleno "informando" a alcalde y concejales, como en aquel de diciembre de 2014 donde se dieron claves explícitas contra el empecinamiento de la alcaldía (ahora determinado como ilegal) en seguir adelante con una obra que perjudicaba y perjudica la salud ambiental, ya de por sí grave, de nuestro concejo.
Y finalmente el julio del 2017, el Ayto ya tenía sentencia, que también ha estado desacatando por otros 8 meses, en la que se declaraba la nulidad de la licencia de obras y de funcionamiento concedida por el Ayuntamiento de Siero al crematorio de La Pola y condenaba al Ayto a pagar las costas ...
No. No parece muy creativo eso de echarle todas las culpas a los técnicos, y renunciar a la posibilidad de congraciarse con la plataforma vecinal en todos sus términos: la salud, la democracia, la obligación de consulta, que han sido flagrantemente omitidas en este proceso ahora sentenciado. Y lo primero para ello sería pedir disculpas a las vecinas y vecinos.
Mucho más importante cuando varias personas de esa plataforma han sufrido en este tiempo largo de movilizaciones quebrantos familiares graves, pero han sabido valorar la trascendencia de la salud colectiva.
Nadie, en todo este tiempo, se ha atrevido a asegurar que esa actividad no sea contaminante. A lo sumo se ha cuestionado cuánto es de contaminante, y si esa parte nociva es tolerable o no. La Plataforma y miles de personas en cambio han sostenido que se trataba de una de las mayores aberraciones: tan cerca, con tanta proximidad al centro de salud, a las viviendas, a los colegios, a los terrenos deportivos.
Una primera impresión es que ni los medios de comunicación ni los grupos municipales se han dado cabal cuenta de la contundencia de este fallo judicial positivo emitido en julio y ratificado ahora en abril y los precedentes igualmente beneficiosos que conllevan.
Convendría resaltar la responsabilidad de los grupos municipales y personas de la institución que se negaron a escuchar la voz y opinión del vecindario: ello ha ido unido a una recomendación de silencio, de aceptación pasiva, del "nada se puede hacer" sumiso a la burocracia, que ahora se ha quebrado con estrépito: frente a esa incitación a la pasividad y a la aceptación del desamparo institucional han logrado prevalecer valores ciudadanos, mucho más democráticos, mucho más cercanos a las obligaciones y serechos de preservar la salud colectiva.
Queda la propuesta y exigencia vecinal de que los gastos importantes ocasionados sean asumidos por el alcalde que tan obcecadamente favoreció al crematorio con irregularidades que ahora la sentencia rechaza.
Felicitaciones, Enhorabuenas, Plácemes al conjunto de la población de Siero y a la Coordinadora Ecoloxista D´Asturies, que pueden "tomar impulso" en esta nueva experiencia para defender la salud como derecho primordial y no como mercancía.
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