Infelices 2.0
Se está hablando muchísimo durante la semana de los "influencer" y de las redes sociales.
Los cambios en el ámbito de la comunicación han llegado más rápido de lo que nosotros, como sociedad, podemos gestionar. Internet y las redes sociales han cambiado nuestras vidas de un modo del que aún no somos 100% conscientes.
Las redes sociales nos proporcionan, además de adicción (con todo lo negativo que esto conlleva), una sensación de infelicidad constante y la necesidad de hacer méritos a todas horas y de impresionar a los demás, mostrando momentos seleccionados de nuestra vida en Facebook o Instagram.
La mayoría de la gente ya no hace nada que no puedan fotografiar y compartir para añadir valor social a su perfil online. Ya no van al restaurante con la mejor comida, si no al que tiene el plato más bonito, o el gin-tonic más llamativo. Ahora la moda es viajar (aunque te cueste llegar a fin de mes) para subir la foto de turno en Instagram y demostrar que tú también puedes ser parte de ello. Porque cuando eres el que está detrás de la pantalla como mero observador te sientes infeliz, con la sensación de que a todos los demás les va mejor que a ti. Pero la realidad es que todos nos sentimos igual, y que quizás sea el momento de dejar las redes sociales a un lado.
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