Pensiones y crisis
El próximo día 23 de febrero los sindicatos CCOO y UGT de Asturias han convocado una manifestación en Oviedo. A lo largo de toda esa semana y la siguiente, todas las grandes capitales españolas vivirán manifestaciones importantes para defender las pensiones, las actuales y las futuras.
Pienso que ni es el momento, ni es necesario, ni tiene urgencia alguna, entrar ahora en una reforma de las pensiones que incorpore medidas como la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años.
En tiempos de crisis como este parece absurdo que un sistema, como el de la Seguridad Social, que presenta superávit, sea toqueteado con medidas parciales que pretenden solucionar hipotéticos problemas de futuro dentro de 20 años. Los trabajadores y pensionistas somos los primeros interesados en la viabilidad del sistema de pensiones. Pero, desde un sistema que no está en riesgo, parece muy necesario que las correcciones y adaptaciones que puedan producirse sean fruto del acuerdo y el máximo consenso, en el marco del desarrollo del Pacto de Toledo, que ha funcionado bien durante casi quince años.
UGT y CCOO han decidido acertadamente apostar por movilizaciones masivas en toda España para defender el sistema de pensiones, frente a la irresponsabilidad y la avaricia de cuantos pretenden poner en el mercado y en manos de los mercaderes, los ingentes recursos que los trabajadores y trabajadoras depositamos en la Seguridad Social.
Entiendo que el Acuerdo sobre Negociación Colectiva firmado el martes día 9, es un paso positivo. Que empresarios y sindicatos sean capaces de fijar el escenario y las reglas de juego para la negociación colectiva para los próximos tres años, es una señal importante dirigida a la economía y el empleo en nuestro país, aún más cuando la crisis va a ser larga y dura.
Aún más importante, cuando la firma de este acuerdo va acompañada de la apertura de un proceso de negociación tripartita del gobierno de la nación, con empresarios y sindicatos, para abordar los problemas económicos y de empleo, con objetivos como la reducción de la temporalidad, reforzamiento de los servicios públicos de empleo, bonificaciones a la contratación, flexibilidad interna en las empresas, igualdad de mujeres y hombres, mejora de los procesos de incapacidad temporal o instrumentos de reducción de jornada en los procesos de ajuste temporal de empleo.
Pienso que los partidos políticos, más allá de discrepancias políticas, ideológicas o electoralistas, tienen la obligación de abordar un Compromiso, un Pacto de Estado, político y social, por la Economía, el Empleo y la Cohesión Social que afronte la crisis, protegiendo a las personas, reactivando la economía y favoreciendo un patrón de crecimiento, un modelo económico, más sólido para nuestro país. Más o menos lo que les ha venido a decir el Rey a los partidos políticos el pasado jueves, día 18.
Entiendo que propuestas como el Plan de Austeridad, remitido por el Gobierno a Bruselas, que incorpora un recorte de 50.000 millones de euros hasta 2013 en los gastos presupuestarios no es un buen plan. Con caída de la inversión privada, reducir la inversión pública puede contribuir a frenar y retrasar la reactivación económica. Reducir el gasto, sin actuar sobre los ingresos, sobre la política fiscal, con medidas como la persecución del fraude, constituye un error de bulto.
La crisis exige sensatez, responsabilidad, firmeza y voluntad de diálogo y acuerdo, algo cada vez menos frecuente, por desgracia, en nuestro país, pero absolutamente necesario para superar la situación económica y social en este momento. CCOO y UGT han dado muestras sobradas de esta manera de entender la situación y las formas de abordarla y pienso que debe corresponderse con esa misma actitud por parte del resto de actores sociales y políticos. Sólo así llevaremos a buen puerto este barco que ahora se encuentra en mitad de la tormenta perfecta.
¡Asturianos y asturianas!, el día 23, todos a las calles de Oviedo a defender las pensiones.
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