Manadas y manada
Tolerancia cero para toda clase de violencias y violaciones. Partiendo de esta premisa quisiera decir que estamos convirtiéndonos temerariamente en jueces y tribunales callejeros; condenando, queriendo legislar en caliente y no aceptando las sentencias de jueces. Se impone la pena de telediario a lo elemental y racional que es la presunción de inocencia y el acatamiento de las decisiones judiciales. Entre otras cosas porque desconocemos el Código Penal, su interpretación y las pruebas que están en el secreto del sumario, al menos para la gran mayoría de esa masa enaltecida que en otro tiempo pediría la hoguera y llevaría la leña y las cerillas entre los dientes.
Se lleva, está de moda el que cada individuo o colectivo disponga y proponga endurecer penas. Se pide la prisión permanente revisable, se logró y sigue pidiendo endurecer el Código Penal para otros delitos de terrorismo, violencia de género y ahora por los casos que nos ocupan está lo de las agresiones sexuales. Todos delitos indeseables, repudiables y condenables que deben ser castigados con toda la dureza que marca nuestra legislación penal, pero de ahí a querer hacer una especie de represión general condenatoria en este país que dicen los jueces es de los más duros en su Código Penal y en el cumplimento de las penas es desmerecer incluso con dictadores que mantenían incluso el paso de la cárcel como orientación hacia la reeducación y la reinserción social. ¡Ustedes ahora no! Quieren ser justicieros inmediatos, alentados por la masa, por la manada, y convertirse en jueces y parte.
Hace unos días, una mujer en el portal sufrió la agresión cobarde de un tipejo sin escrúpulos, abusando de fuerza, juventud y con una brutalidad salvaje casi la mata por robarle el bolso (por lo que fuera), pudiera ser para agredirla sexualmente o violarla. ¿Qué más da? ¿Ustedes salieron a la calle en tromba a pedir justicia y penas duras para ese salvaje? ¡No! ¿Por qué? Así nos encontramos a diario con violencia de todo tipo, todo debido a una educación perversa desde hace años, donde ustedes, los mismos que ahora claman por la manada en manada, pedían derechos del menor, derechos para todos, pero olvidándose de las obligaciones, de los deberes. Pidieron por aquella condenas también para padres y profesores que les diera por corregir a sus retoños, nadie podía ni reprenderle. Al mismo tiempo que legislaron en caliente cuando algún profesor abusó de menores, y ahora los profesores no pueden ni bajarle la cremallera al niño de 4 años para orinar por si pudiera ser considerado abuso de menores. ¿Qué consiguieron con ello? Educar mal, jóvenes consentidos y caprichosos que cuando pasan la adolescencia se convierten en energúmenos de cuidado sin respeto por mayores y mujeres. ¡Llegaron lejos! Ahora pretenden seguir alejados del más mínimo respeto a la justicia y jueces, queriendo ustedes seguir legislando y condenando sin pruebas y juicio decente.
Lo hicieron también en su día con la mal llamada violencia de género, lograron una ley que discrimina al hombre de una manera injusta a todas luces, donde una simple llamada de acusación sin pruebas de cualquier mujer es suficiente para mandar a la cárcel al hombre. ¿Acabaron con el problema? ¡Verdad que no! Leyes injustas sólo provocan aumentar el problema. Quienes cometan violencia, agresión, violación o cualquier delito contra otros y otras deben ser castigados en su máxima expresión, pero sólo esos, no por ser hombre ponerle el cartel de violador y agresor en potencia.
La mujer puede ser tan buena o mala como cualquier hombre, lo vimos con el niño Gabriel. Siempre, a la víctima y al débil hay que protegerle, pero no legislando en caliente, regalando derechos sin obligaciones, con penas de telediario y con leyes discriminatorias. Con eso sólo conseguimos un mundo injusto, cargado de miedos y desconfianzas entre todos.
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