Trabanco Máster Class
En estos días, he tenido la suerte de poder disfrutar de una visita guiada (Máster Class), que no me gusta nada ese nombre pero bueno, dejémoslo así, a las instalaciones de la sidra Trabanco, en un lugar precioso, desconocido para mi, muy cerca de Gijón, donde el recibimiento y la amabilidad de todos los integrantes del equipo fue excepcional, pude ir aprendiendo paso a paso la elaboración de la sidra, yo, alguna noción sobre el tema ya tenía, pero verlo fue una gran experiencia, las explicaciones recibidas, la degustación de todos sus productos, muchos de ellos desconocidos para mí y todo lo que allí pude ver, resalta mi opinión, de que todos los asturianos debemos de potenciar desde los distintos sitios, algo tan bello y tan nuestro.
Llegamos a los días de calor, a esos días de sol que tanto apreciamos y necesitamos en nuestra querida Asturias y empiezan a asomar una vez más en nuestros medios de comunicación las disputas por los precios de nuestra apreciada sidra, unos nos dicen que es cara y otros muchos que es barata, esto es, como todo en la vida, cada apreciación es digna de respeto y de estudio para todos nosotros. Los llagareros, hosteleros, deben de llegar a un acuerdo sencillo que solucione este dilema, para que así los consumidores de sidra podamos seguir disfrutando de este delicioso néctar. Esto como todo en la vida es una pequeña guerra entre grandes y pequeños llagareros, los cuales unos producen miles de litros y los otros muchos menos y entre grandes y pequeños hosteleros, unos venden más que otros, pero al final los que pagan el pato, somos los consumidores.
Yo en mi humilde opinión señores de la sidra, os diría que para nosotros no puede ser el mismo precio una botella de sidra, escanciada por un camarero a por un aparato diabólico de esos que hay por muchos sitios, pues como vosotros sabéis no sabe igual la sidra y también estamos hablando de un puesto de trabajo, el del camarero. Y en segundo lugar no es lo mismo que dos personas se sienten en una mesa con una botella de sidra durante dos horas y otras dos en ese mismo tiempo de beban 5 o 6 botellas. Yo, como decía un buen amigo mío, llamado Chus, "somos bebedores de sidra, no adoradores de corchos". Gracias Trabanco, por darme a conocer algo tan bello y tan nuestro como es un "Llagar".
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