Relaciones entre padres y maestros
Empezaré recordando que la responsabilidad primera y principal de la educación del niño es de sus padres. Por el trabajo de los padres y por la especialización de los maestros, los padres eligen y delegan en ellos la tarea de educar a sus hijos, pero los responsables primeros de sus hijos siguen siendo los padres. Por lo tanto, no es de recibo la frase siguiente: “Ya lo mando al mejor colegio, ahora que lo eduquen ellos”.
Admitido lo anterior, ahora viene el paso siguiente, que consiste en hacer que la relación entre los padres y los maestros sea lo más fluida posible, ya que se da por seguro que ambos estamentos quieren lo mejor para el niño. La manera de lograr lo anterior es por medio del contacto directo todas las veces que hagan falta.
El tutor es la persona que pone el colegio como nexo de unión entre el colegio y los padres. Es el que se dedica a recopilar todos los datos posibles recogidos del claustro y que intervengan en la educación del niño.
En Educación Infantil y educación Primaria casi todas las materias las imparte el tutor. La primera obligación del tutor es ponerse en contacto con los padres en cuanto surja el menor problema posible para concertar una entrevista a fin de solucionarlo. Lo mismo ocurre cuando son los padres los que observan alguna anomalía en la marcha ordinaria.
Con frecuencia los niños llegan a casa con alguna queja contra el tutor o profesor. Siempre son las mismas: que me tiene manía, que me gritó, etcétera. Por lo general el niño no miente porque él siente así. Es su verdad. En este caso hay que acudir lo antes posible al tutor para deshacer el entuerto. Y es que los niños cuentan su verdad pero con frecuencia no tienen todos los datos. Admito que a veces tienen razón. Por ejemplo: se grita a un niño tímido y lo hundes y la causa fue que la clase estaba inquieta y la faltita del niño fue la gota que rebosó el vaso.
En los últimos tiempos cuando muchos de los padres habían sido alumnos míos y tenía confianza les hacía la siguiente pregunta: ¿aciertas siempre cuando riñes o gritas a tus hijos? Pues no. Pero, claro, el niño está seguro que tú lo quieres, mientras no está tan seguro que el maestro también lo quiera.
Aunque no haya ningún problema, los padres y el tutor deberían verse una vez al trimestre. No vale la frase: “Como no hay ningún problema para qué tenerla”. Pues para que no los tengan en un futuro. Por parte de los padres para que tengan datos del desarrollo armónico del niño. Por parte del tutor para ver entre, otras cosas, si el niño se porta igual en casa que en el colegio.
Fernando García Bernardo
Gijón
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo