Los casos de Alsasua y de "la Manada"
Se han celebrado los juicios del caso de “la Manada”, en la Audiencia Provincial de Navarra, y el de Alsasua, en la Audiencia Nacional. Dos casos que han creado un gran revuelo en todo el país por sus controvertidos sucesos. El primero de ellos ocurrió durante las fiestas de San Fermín en Pamplona en el año 2016. Un grupo de cinco jóvenes, algunos treintañeros, introdujeron en un portal a una joven de 18 años y le hicieron toda clase de perrerías de tipo sexual, sin que pudiera defenderse, dada la agresividad de los cinco atacantes, aunque sin utilizar modales violentos, según la versión conocida, pero que lo hicieron todos de forma continuada. La calificación que le dio el tribunal a este suceso, calificándolo penalmente como abuso sexual, dice mucho sobre la catadura moral de los miembros del mismo, sobre todo del que pidió con su voto particular la absolución de los acusados. Según se explica en la sentencia, no hubo violencia, la víctima no se negó a permitir tal agresión, y lo consideraron como un consentimiento, ya que no presentaba lesiones físicas. El informe del hospital dice que los agresores no utilizaron protección para practicar el sexo, es decir, que no usaron preservativos, con lo cual la tuvieron que tratar durante varias horas con anticonceptivos. Si a los señores magistrados les parece poca violencia este detalle, entonces habrá que pensar que no le quedó más remedio que consentir la agresión. Si la víctima se hubiese opuesto a aquella jauría de lobos, lo más probable es que no lo hubiese contado, no hubiese salido del portal por su propio pie sino que la habrían sacado con los pies por delante. El mismo día que se leyó la sentencia por el presidente del tribunal, miles de personas salieron a la calle a protestar sin haberla leído, solamente lo hicieron por el mero hecho de que les parecieron pocos los nueve años de condena impuesta por dicho tribunal. Por lo visto, los que protestaron, que son de toda España, esperaban ver a los violadores entre rejas durante los veinticinco años que pedían las acusaciones, una tercera parte de su existencia.
En el otro juicio en la Audiencia Nacional sobre una brutal paliza recibida por dos agentes de la Guardia Civil que estaban en un bar en Alsasua acompañados de sus parejas, en octubre de 2016, a altas horas de la noche, este suceso tiene connotaciones políticas. Todos conocemos la situación que viven los agentes de las fuerzas de orden público, Policía y Guardia Civil, tanto en el País Vasco como en Cataluña. Aquella noche los valientes abertzales se ensañaron con los agentes y sus parejas de forma brutal, tuvieron que ser trasladados a un hospital dada la gravedad de las lesiones. Al día siguiente, previendo que podía haber un tumulto ciudadano por la detención de los agresores, varias dotaciones de la Guardia Civil se trasladaron a Alsasua en una demostración de fuerza para impedir cualquier acto violento que se pudiera producir. En esa ocasión, los valientes abertzales se cuidaron muy bien de no hacer acto de presencia por las calles de aquella localidad. El Ministerio Fiscal pide para los ocho acusados un total de trescientos setenta y cinco años de cárcel, el hecho fue calificado como atentado a la autoridad. Ahora viene por qué menciono ambos casos que ocurrieron el mismo año y en la misma provincia.
Entre los miembros de “la Manada” hay un guardia civil, que por cierto estando en la cárcel en un vis a vis con su novia la dejó embarazada, detalle que causó gran revuelo en las redes sociales. Pues bien, a este sujeto le ponen nueve años de prisión, aparte la indemnización a la víctima, y a los que agredieron a los guardias civiles de Alsasua les piden entre 12 y 62 años de prisión. Aquí se refleja la desproporción entre una condena y otra, al guardia civil violador le salen nueve años y si hubiese llevado la paliza al agresor le podían caer hasta sesenta y dos años. Viendo estas anormalidades, uno piensa que no es de extrañar que haya protestas por las condenas que se dictan y además se hagan en sentido contrario, cuando se conozca la condena a los agresores de Alsasua la que se va a montar va a ser de órdago porque los condenados son lo que son.
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