Sería triste, pero puede ocurrir
Mírese muy mucho, a quien se le da el voto, en las próximas elecciones.
Oír las intervenciones de Podemos, en Cataluña -especialmente- o las de cualquier partido marxista, y en cualquier lugar de España, es apostar, -no ya una guerra civil, que no hay dos Españas- pero sí por un pronunciamiento por parte de la mayoría del pueblo español.
Y no es nada descabellado. Alguien puede pensar ¿se va derogar un gobierno, elegido democráticamente? Pues sí. Uno porque sería democrático en su formación, pero sería ilegítimo, en su representación. Todo, porque en España, no gobierna el partido que haya ganado las elecciones. Si acaso, gobierna, aquel que tiene más apoyos parlamentarios, pero que para nada es la representación real, de la voluntad popular.
Si acaeciese por desgracia, que un día, gobernase España Podemos, Izquierda Unida, Esquerra Republicana de Cataluña, incluso con el PSOE, el resto de los españoles no lo aceptarían. Pues no se puede aceptar, bajo ningún concepto, que las minorías unidas, legislen sobre la lista más votada; o que modifiquen la historia de España, haciendo que los herederos ideológicos de quienes han perdido la guerra, sean ahora los ganadores, y los ganadores, tengan que pasar por el cedazo de la venganza, que sacan ahora una banda de renegados.
Existen "meas culpas" de muchos socialistas y comunistas, que han pedido perdón, por habernos llevado a una contienda ideológica entre españoles. Existen por tanto herencias como la de ERC, que sin haber perdido perdón, siguen defendiendo la imagen y las ideas de Companys; el personaje político más nefasto y cruel que ha conocido la República española. Lo que hizo en Cataluña, desde Julio del 36 a Mayo del 37, es un genocidio. Pues bien, hoy, ya en el 2018 sus discípulos, siguen defendiendo lo mismo, que este nefasto político realizó en las fechas que he citado. Solo que aquí y ahora pretenden llegar a la Republica catalana, a costa del adoctrinamiento, el engaño, la mentira, y la manipulación. Apoyados como no, por los medios de comunicación de titularidad pública.
¿Y qué esperar de Podemos? ¿Qué esperar de quienes han cambiado la lucha de clases por la lucha de géneros? ¿Qué esperar de quien solo hablan de Federica Monsey, de Rosa Luxemburgo, Clara Campoamor, La Pasionaria y de unas cuantas mujeres que solo se han movido en la historia, por el odio, el rencor y la violencia?
Lo que he oído y visto en dos horas, en el parlamento de Cataluña, me trajo el recuerdo fiel de aquella república asesina, anticlerical, fanática y comunista que terminó, como hasta Indalecio Prieto ha reconocido, así. Y es, que esta juventud que proviene de los círculos intelectuales universitarios son lo más reaccionario que he conocido, en mi vida personal y política. Deduzco por ello, y que me lo desmienta sí alguien puede, que es, son y defienden, el anarquismo más puro y más duro, que yo al menos haya conocido en la clandestinidad.
Triste, pero cierto.
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