La contaminación en Gijón oeste
Viene siendo una tónica habitual el engaño que se le hace a la ciudadanía de Gijón acerca de los niveles de dióxido de carbono y otras partículas tóxicas contenidos en el aire que respiramos, y más grave aún si hablo de la zona oeste de Gijón, es decir, el área comprendida desde El Natahoyo, La Calzada, El Cerillero y Veriña de abajo. Siendo habitante de la zona, concretamente en El Cerillero, me gustaría resaltar la poca información que se le da a la población de dichas zonas, y, para colmo, esta información es totalmente incorrecta si nos regimos por los carteles puestos en distintos puntos de la ciudad que supuestamente miden el nivel de este tipo de partículas, a priori perjudiciales. Considero no sólo una falta de respeto por parte del Gobierno el no informar correctamente a la población, sino un peligro público el ocultarnos esta información, como los elevados niveles de polución que se dan en esta zona, más aún sabiendo que el gran núcleo industrial de la ciudad de Gijón está situado en el oeste de la misma. Habiendo tecnología suficiente para regular la emisión de humos tóxicos, no creo que sea un tema difícil de solventar, sino que claramente hay una falta de interés por reducir los problemas ecológicos de Gijón debido a intereses políticos y económicos, y poniendo de manifiesto la anteposición de estas preferencias a la salud y el bienestar de la ciudadanía gijonesa. Ni que decir tiene que Gijón es una ciudad que suma unas ganancias anuales bastante importantes provenientes del turismo, y a este paso no creo que los visitantes quieran venir a un lugar donde no se ofrecen las condiciones saludables totales que debe de ofrecer una ciudad como ésta. Sólo con honestidad y transparencia se podrán combatir dichos problemas medioambientales; si no seremos la ciudad más contaminada de Europa, y no estamos tan lejos a día de hoy.
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