CUANDO ES EL LOBO QUIEN CUENTA EL CUENTO
Del peligro de las redes sociales y de la información que en ellas se comparte ya hay literatura suficiente como para darse por enterado. Pero hay personas que, amparadas en no se sabe bien qué mandamiento, deciden transcribir informaciones que les han contado, sin que tengan que ver con ellos, sin contrastarlas, y que provocan que se acaben columpiando.
Esto es lo que le ha sucedido al Sr. Victor González Carril, ahora nadador master del Club Natación Ciudad de Oviedo (CNCO) y elegido recientemente Presidente de la Federación Deportiva de la Natación Asturiana (FDNA), que escribió en su perfil público de Facebook en los meses de febrero y marzo del año pasado, una historia llena de imprecisiones, cuando no falsedades, que derivó en cuento y que le salió rana, ya que por ello ha sido demandado por injurias.
Comentaba el Sr. Victor González que un grupo de padres del CNCO (no todos los padres del CNCO, sino solamente un grupo) llevaron por mal camino al club creando una deuda de 60.000, y que ese grupo de padres cometieron una irregularidad al solicitar una subvención que el club se ha visto obligado a devolver, y que además dejaron la entidad para formar su propio club con sus hijos, y por eso los califica, y lo reproduzco literalmente, de antideportivos, rastreros, hdp, retrasados, gilipollas, impresentables, sucios, barriobajeros, besugos, bocachanclas, tragacloro, ingeniero de grada, calientahielo, gañanes, palurdos, peinabombillas, piltrafas, tarugos... , añadiendo en días posteriores bañistas, ingenieros de grada, aspiracloro... despojos sociales...
De estas palabras, con las que el Sr. González hace referencia a una época en la que ni era socio del CNCO ni se le esperaba, se deducen hechos remarcables. Primero, que la Junta Directiva del CNCO de esa fecha no le denuncia y/o desacredita por hacer pública la enorme deuda que seguía teniendo el club (lo que sí pretendió hacer en una ocasión anterior, pero frente a otro socio). Segundo, que esa misma Junta no se escandaliza y/o se desdice de los hechos e improperios vertidos por uno de sus socios, que dice escribir esa diatriba por respeto a los técnicos y Junta Directiva del CNCO (sic). Tercero, que seguramente por las prisas de publicar esas invenciones, el Sr. González no tuvo ocasión de leer el comunicado oficial del CNCO que él mismo reproduce el día 3 de marzo de dos mil diecisiete en su muro de Facebook, donde se informa, y reproduzco literalmente, que la actual Junta Directiva del CNCO ha tenido conocimiento de la existencia de una Declaración Jurada, firmada por el entonces presidente de la entidad, y presentada al objeto de obtener una subvención, en la cual se afirma que el club estaba al corriente de pagos a la Seguridad Social, y lo afirmado en dicha declaración jurada no se ajusta a la realidad, lo que obligaría al CNCO a devolver la subvención. Entonces, ¿qué ha pasado con ese grupo de padres del CNCO (no todos los padres del CNCO, solo un grupo) a los que había acusado?
Lo que no cuenta el Sr. Victor González es que el entonces presidente del CNCO solicitó a los socios el abono de una cuota extraordinaria para hacer frente a pagos inmediatos del club, lo que fue aprobado en Asamblea General pero con la exigencia de su devolución en cuanto el club tuviera liquidez, lo que se produjo pocos meses después. Sin embargo, incumpliendo un acuerdo asambleario, el entonces presidente del CNCO no devolvió a los socios esa cuota extraordinaria, a pesar de habérselo reclamado debidamente por escrito en varias ocasiones. De esta forma, cuando ese grupo de padres socios del CNCO decide abandonar el club por el trato vejatorio recibido, que ya se hacía insufrible, por las mentiras contadas por su Junta Directiva en cada Asamblea General, y por el derecho estatutario de abandonar libremente el club, lo hacen sin haber cobrado la deuda que el club mantenía con ellos. Así que, Sr. González, creo que el cuento lo ha contado al revés. Y de todo esto hay pruebas debidamente documentadas, lo que le comento por si no le ha perdido el gusto a la difamación.
Sigue escribiendo el Sr. Victor González que ese grupo de padres del CNCO que decidió irse para constituir un nuevo club de natación, denominado NAO, (amparados por un derecho fundamental de libre asociación recogido en nuestra Constitución, todo hay que decirlo), conjuró, hechizó y maleficó (son sus palabras) para tener huecos en la piscina municipal del Parque del Oeste y dedicarse a la práctica de la natación. Resulta poco creíble que el Sr. González, a la vista de la abundante información que maneja, desconozca que el Ayuntamiento de Oviedo asigna espacios para la práctica deportiva en sus instalaciones municipales a todos los clubs y entidades deportivas constituidas en Oviedo, en función de unos criterios reglamentariamente señalados y recogidos en el Reglamento de uso y régimen de utilización de instalaciones deportivas municipales. De estas asignaciones se benefician seis o siete clubs y entidades que comparten las calles y locales de las Piscinas Municipales del Parque del Oeste, entre los cuales está el CNCO.
Pero la fijación del Sr. Victor González con ese grupo de padres de NAO a los que vilipendia en su página de Facebook es digna de encomio, ya que, mostrando un atrevimiento que solo puede ser fruto de la ignorancia (no lo digo yo, lo dice el refrán), sentencia que equipos como NAO, que es miembro fundador de la nueva Federación de Natación de la que ahora él mismo es presidente, no deberían tener espacio para nadar en ningún sitio. ¿Es posible que haya escrito esto? Si, lo ha escrito, y está debidamente recogido en acta notarial.
No es nada novedoso que surja un club deportivo de la separación de socios de un club preexistente, y no parece oportuno sacarle los colores al Sr. González mencionándole los nombres de todos los clubs surgidos de esta forma en Asturias en los últimos años, que han sido varios. Lo que sí tendría que avergonzarle al Sr. González es haber puesto en entredicho la adjudicación de espacios y calles que realiza el Ayuntamiento de Oviedo amparado en su normativa, cuando su propio club es beneficiario de ello.
Hay actuaciones de Presidentes, de Juntas Directivas o de Asambleas Generales que no pueden sino causar bochorno y decepción, pero, como bien dice el Sr. Victor González (y es lo único que comparto con él), esto es España, donde parece que todo vale.
Personalmente, como miembro de la Federación Deportiva de la Natación Asturiana, como amante de la natación con mayúsculas, como persona respetuosa con la normativa legal y como mujer que comparte el objetivo del Instituto de la Mujer en relación con potenciar la participación y la visibilización de las mujeres en el ámbito asociativo deportivo y en el de gestión de las federaciones deportivas, y no como simple mujer florero ni como amazona de un burdo caballo de Troya, es por lo que seguiré peleando por la exigencia de una actuación limpia, honesta, decente y legal, en cualquier ámbito relacionado con la práctica deportiva de nuestra Comunidad Autónoma.
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