El "Verano" que comenzó en octubre
Treinta y siete años han pasado desde una de las series más reconocidas del director Antonio Mercero.
Recientemente visité Nerja pero no fui a ver "La Dorada". He preferido conservarla en mi recuerdo y con sus personajes dentro.
No recuerdo una serie de mi infancia, ahora tengo 46, que me impactara tanto, después de "Marco".
Al visionar la serie de nuevo, me maravillo con el discurso; capítulo tras capítulo se tratan temas como el divorcio, la independencia femenina, los malos tratos, el sexo, la fama, la especulación inmobiliaria.
En aquel momento plantear estas cuestiones en una televisión, la única que teníamos, demuestra la emancipación por la que atravesaba el país. Gracias a esta serie se dotó a los niños de voz propia, independencia y capacidad de tomar decisiones, no debemos olvidar que en el franquismo los niños observaban pero no se pronunciaban. Luego llegó la "Bola de Cristal".
El guion inicial proponía la muerte de Tito, ese niño travieso y desdentado, ahogado en la playa de Nerja. No sé que les llevó a indultarle, pero creo que es lo propio, Chanquete era el líder y tenía más madera de héroe. Leo en algún lado que Antonio Mercero, tras ver la desolación que causó la muerte de Chanquete, decía que "tal vez hubiera preferido 'matar' a otro personaje, por ejemplo a alguno de los padres". No sé porqué me vino a la cabeza la madre de Piraña.
Estas casualidades de la muerte hacen que en el mismo mes se vayan el director y el guionista de la serie, Horacio Valcárcel.
Ellos reflejaron como nadie lo que fuimos.
Ana Delgado Ciorraga, Móstoles (Madrid)
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