Que paren el mundo, que yo me bajo
La columna del lector
Que paren el mundo, que yo me bajo
Faustino Álvarez Pérez-Manso, Oviedo
Mingote, en su discurso de entrada en la Academia de la Lengua (española), dijo: "Que pare el mundo que yo me bajo". Y el genial Forges lo dijo en algunas de sus viñetas, no recuerdo si por boca del inefable Mariano u otro personaje. Quino también se rebela contra la estulticia de la masa, siempre respetándola como es de ley, tanto con Mafalda como con sus viñetas singulares.
Digo esto porque leo que el PSOE quiere la cooficialidad del asturiano sin obligatoriedad, y que IU brama por ella, alegando que es la tendencia en Europa. Los partidos asturianos de izquierda, incluido Podemos que pondremos en el plano de IU, han cambiado los papeles tradicionales: antaño eran centralistas e igualitarios. Ahora son centrífugos y partidarios del hecho singular. Claro que ellos dicen que es la defensa de las minorías, pero en realidad ya es el privilegio de los que quieren ser diferentes en contra de la igualdad. No de los que lo son efectivamente, léase colectivos marginados, LGTB, otras razas, la pobreza, o afectados por enfermedades raras por poner ejemplos. No. Se trata de los que se sienten diferentes porque su realidad, su visión de la sociedad, es la que ellos aseguran que es la única. Porque son mejores, en resumen. Lo que es lo mismo, la izquierda actual es partidaria del hombre ario que habla un idioma diferente y que va a privilegiar a quienes se sometan a esa nueva lengua. Ya lo han hecho los catalanes con el lemosín, al que privilegiaron en contra del aranés y el castellano. Los vascos con el euskera, idioma tan inútil como pervertido. Y los gallegos con su fala de Valladolid. Todas esas comunidades exigen la lengua ahora vernácula (siempre fue el español) para prosperar como funcionario, básicamente. Lo que es lo mismo: para prosperar con dinero público, ése que se nutre de los impuestos de todos nosotros. A lo mejor debemos restringir el funcionariado para que haya menos problemas. Sobre todo, identitarios.
Resulta que la portavoz (o portavoza, Montero dixit) de IU en el parlamento asturiano, habla que solo está en contra de la cooficialidad la "caverna"... Supongo que se refiere a la derecha, y haciendo un símil sobre cómo la prensa deportiva catalana habla de la de Madrid. Esto es, ahora la derecha es igualitaria, y la izquierda sectarista. Vaya.
Yo, que nunca me he considerado de derechas, que soy defensor de todo tipo de libertad, ateo y que creo un poco todavía en el estado social de derecho, resulta que soy de la "caverna". Me siento señalado, pero tampoco me importa mucho, sobre todo viendo quién puede señalarme.
Si por creer que todos somos iguales o, por lo menos, debemos parecerlo y el Estado procurarlo, me parece bien que me llamen cavernícola. Y si el progreso es ir para atrás favoreciendo a cuatro idiotas que quieren adocenar a los más jóvenes, con una nueva lengua identitaria y luego con una nueva historia, prefiero ser reaccionario.
Pues eso, que paren el mundo que yo me bajo...
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