Móviles en el colegio
Trabajo en el comedor de un colegio, me toca vigilar a niños de Primero de ESO, niños y niñas de entre doce y trece años. Me sorprende su mala educación, ya no juegan y casi ni se relacionan, por no hablar del poco interés en terminar sus estudios.
No hace tanto, los patios estaban invadidos por niñas en corro hablando sobre otras niñas de otro corro mientras que los chavales le daban a la pelota jugando en equipo.
Ahora, sin embargo, se sientan en las escaleras, sacan sus teléfonos móviles y empiezan a hacerse "selfies" interpretando una vida maravillosa y súperdivertida. Ciencia ficción.
Pero lo peor de todo, no es esto, lo más triste es la agresividad con la que te contestan cuando les dices que guarden su teléfono por que vamos a comer. Están tan absortos, que cualquier comentario del exterior enciende su lado más oscuro. Es ahí cuando empieza la retahíla de insultos y miradas de odio. Si estas son las generaciones que están subiendo, dan miedo. Quizás deberíamos empezar por prohibir los móviles en los colegios y sobre todo, dar ejemplo guardando los nuestros, por algo somos educadores.
Meritxell Perera Jerez, Barcelona
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