La España de los Reyes Católicos
La carta de don Faustino Gómez Pérez, de Gijón, publicada en la edición del lunes 21 de mayo de 2018, me ha sumido en la perplejidad más absoluta, no tanto por el conglomerado de tantos temas expuestos y mezclados entre sí sin que tengan relación alguna entre ellos, como por la inicial afirmación de su escrito, que literalmente reza así: “La España de los Reyes Católicos todavía resiste en Andalucía, Extremadura, Murcia, las dos Castillas, Asturias y Cantabria, gran parte de Galicia y Valencia y casi todo Aragón. La herencia de Franco se mantiene viva en todas estas regiones. Los españoles de base siguen siendo de derechas, monárquicos, católicos y fieles a sus tradiciones medievales. Por eso hay gente que se quiere ir, por eso triunfa la independencia en Catalunya...”.
La España de los Reyes Católicos es la única España que existe y que ha existido desde que se consumó la unión dinástica y se incorporaron a Castilla posteriormente los reinos de Granada y de Navarra. Está claro que a don Faustino no le gusta lo que hicieron los Reyes Católicos, a la vez que se lamenta de que la mayoría de los territorios de esa España denostada permanezca fiel a la herencia recibida. También es muy sorprendente que haga coincidir a esos mismos territorios, la mayoría de España, como depositarios de la herencia de Franco y que hable de territorios y no de personas o ciudadanos.
Aunque parezca muy chusco acudir a ello, viene a cuento la relación extemporánea que estableció recientemente en el Senado el senador independentista de Compromís entre don Pelayo y Franco. Pues realmente en esa línea estamos: ahora son los Reyes Católicos y Franco... Pelayo franquista; los Reyes Católicos, quinientos años anteriores a Franco, también. Y los ciudadanos españoles que mantienen su historia y su tradición son o siguen siendo franquistas... ¡Ya le vale!
Estos discursos son totalmente inaceptables y sólo en un país de ignorantes absolutos se pueden mantener. No merecen ni una palabra más de discusión. Pero continúa sorprendiéndonos: los españoles de base son franquistas, de derechas. ¿Sugiere, acaso, que las élites son de izquierdas? Tal vez tenga razón; no hay más que ver quiénes son los que manejan los medios de comunicación, en especial las televisiones. Aunque no parece que la propaganda y la tergiversación que ofrecen a sus oyentes y televidentes día a día consiga los resultados de cambio o aniquilación de la Historia, al menos por el momento. Eso, en otros períodos de la Historia, no sé si franquistas también para, don Faustino, se llamaba “despotismo ilustrado”, con la diferencia notable de que este movimiento paternalista perseguía un buen fin. Hoy, con llamarlo manipulación con fines políticos, basta y sobra, pero no se le puede suponer un buen fin, en cambio.
La guinda de esta macedonia es que los separatistas quieren irse por la herencia franquista de los Reyes Católicos, de la que no quiere desprenderse la mayor parte de los españoles... Mire, eso sí que no se lo tolero. Los independentistas catalanes provienen del carlismo decimonónico. ¿No ha oído hablar nunca de los curas trabucaires? Quieren separarse desde el siglo XIX (Franco aún no había nacido) porque nunca aceptaron el régimen liberal que procede de la Constitución de Cádiz de 1812, que proclama que todos los ciudadanos son iguales ante la ley... Querían la monarquía del Antiguo Régimen, que reconocía derechos a los señores territoriales... Los independentistas, sucesores de aquellos, sí son casposos, arcaicos, clericales... Ellos sí y no los españoles que usted engloba como herederos del franquismo. Y, además, como siempre han sido, racistas. Ahí está el presidente de la Generalidad, Joaquín Torra, que ha destapado las auténticas esencias del independentismo para que podamos ver claramente su verdadero rostro.
No, señor. La independencia de Cataluña no tiene nada que ver con los Reyes Católicos ni con Franco... Infórmese mejor. Lea un poco de Historia de España.
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