Automatización industrial: batalla perdida.
Desesperado, no me doy por vencido. No tenemos más salida que la automatización industrial o la artesanía. El metal y la industria pesada, estando en posición privilegiada, no hicieron causa por la automatización. Quizás ahora la automatización y la robótica lleguen por medio de la industria alimentaria: con fábricas de empaquetado en los valles y minifábricas homologadas en las quintanas (el empleo estaría en la producción de las materias primas). Esa es mi esperanza. Algún empresario ya da becas para ir a formarse a Francia. Cuando hablo de automatización industrial, no hablo de cajeros automáticos, ni de dejar a los autobuses sin conductor (ya los dejamos sin cobrador), ni de autoservicios en gasolineras..., pues el sector servicios debe promover el trato de persona a persona. La automatización en los servicios debe usarla el empleado para atender al cliente; un cliente nunca debe quedar solo ante la máquina (no pueden vendernos tal hecho como una gran oferta de servicio). Hablo de automatización industrial en fábricas sin luz. No se trata de tener caldereros de maza y radial (que también), sino calderería con robots y CAD/CAM. No se trata de tener soldadores (que también), sino robots de soldadura. En toda automatización se hibridan claramente dos partes: la parte mecánica (músculo) y la parte electrónica (control y regulación). Ambas con sus tecnologías específicas. Es precisamente, en esas tecnologías específicas, donde en Asturias, Empresas y Formación, hemos fracasado al faltar una visión holística del futuro por parte de líderes y dirigentes (previsible, por otra parte).
A bote pronto, enumeraré las horas didácticas requeridas para impartir las materias de la automatización en aulas provistas con simuladores de sus tecnologías específicas. Serán las horas necesarias para formar a un técnico competente (aparte, las horas de la formación dual en la empresa). Las empresas, no pueden hacer grandes inversiones en automatización sin tener profesionales competentes para sacar el máximo rendimiento antes de su obsolescencia tecnológica, pues no serían competitivos. La formación que se va a proponer es para ocupaciones de niveles 5 y 6 del Marco Europeo de Cualificaciones para el aprendizaje permanente (y base para los niveles 7 y 8):
Automatización Oleohidráulica -500 horas-; Automatización Neumática -300 horas- (incluyendo lógica técnica e iniciación a PLCs en ambos casos). Oleohidráulica proporcional -150 horas-; Neumática proporcional -150 horas- (incluyendo iniciación al conocimiento y utilización de las tarjetas reguladoras electrónicas en ambos casos). Programación y control electrónico por PLC y HMI -350 horas-; Regulación electrónica digital: sensores, transductores y finalmente SCADA -350 horas-. Robótica estructural y programación -300 horas-. Puesto que los robots por donde más fallan es por sus articulaciones al estar mal programados: Cinemática y dinámica de robots -150 horas-. Si además, al principio de todo, incluimos: Montaje y ajuste mecánico/eléctrico de automatización -250 horas-. Total 2500 horas. Desde luego, es todo un itinerario formativo de aprendizaje permanente en alternancia con la vida laboral. Pero aquí no hay oferta de estos contenidos. Con unas pocas horas sobre tales materias, te acreditan como maestro en mecatrónica (y te lo crees). Luego no confesamos que no sabemos, y ni siquiera preguntamos.
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