Cangas del Narcea, el Peter Pan asturiano

¡Quien no ha leído, visto u oído la historia de Peter Pan, el niño que se negaba a crecer! Era tan feliz en la isla de Nunca Jamás con sus amigos que se olvidó del mundo. En esa isla había piratas, sirenas, hadas y otros seres que vivían fantásticas aventuras mas o menos como en Cangas, un concejo que como dice la canción esta en el medio de cien montañas aislado en lo geográfico y hasta en el tiempo, en su particular isla de nunca jamás. Como el niño que no quería crecer aunque aquí haya más piratas que sirenas o hadas. Llevo toda mi vida aquí y aquí quisiera seguir. No se viven aventuras fantásticas ni esas cosas o por lo menos yo no las vivo pero se esta mas o menos bien. Hay tranquilidad, una relativa seguridad y después de tantos años, pues la verdad es que ya estoy hecho a esto y me gusta.

Este texto no es una crítica, ya que criticar es demasiado fácil, barato y también muy socorrido, solamente es una guía de problemas sin solucionar. Hay gente que cobra por poner soluciones y muy bien por cierto, yo no cobro por eso. Decía que criticar es fácil, mucho ver lo que hace mal el vecino mientras llenamos las calles con bolsas de basura rotas a las 10 de la mañana sabiendo que no se recoge hasta por la noche o hasta el lunes. Aparcamos encima de las aceras, los pasos de peatones o donde nos da la real gana. Cazamos peatones en los pasos de cebra y nuestro simpático perro adorna las aceras, parques y jardines con graciosos montones de mierda para el posterior uso y disfrute de nuestros queridos vecinos, decididamente la educación y el civismo no son lo nuestro.

Estas y otras cosas, como las barbaridades de los sábados por la noche, de las que hosteleros, comerciantes y vecinos en general son testigos y sufren en sus propias carnes el vandalismo de unos salvajes llenos de alcohol y seguramente otras cosas. Que un fin de semana tras otro destrozan y arrasan con todo lo que encuentran por las calles y los parques de Cangas, ante la mirada de unas autoridades que no dudo hacen todo lo que pueden, pero desde luego no es bastante. ¡Vaya! Sin querer acabo de mencionar la palabra clave de todo esto, autoridad y voy a añadirle otra ¡respeto! y si le ponemos educación ya sería como en La Isla de Nunca Jamás todo felicidad. Estos bárbaros que nos destrozan mobiliario urbano, escaparates, parques y jardines están bien llenos del alcohol que se vende en los supermercados y algunos bares de Cangas donde la ley esa de la edad mínima para vender alcohol se lo pasan por el forro. Y se ve a los chavales bien cargados de botellas y más botellas para luego cargarse más en el prao del Molín u otro sitio parecido para ya terminar de cargarse toda clase de árboles, plantas, maceteros, escaparates etc. Que encuentran en su camino, mobiliario que es propiedad de todos ¡por supuesto! de sus padres y de los que les venden el alcohol también. ¿Que esta pasando? ¿Por qué los padres no se ocupan de sus hijos? ¿Por qué nadie hace cumplir la ley? ¿Cómo se consiente a vista publica un delito como es vender alcohol a menores?

La verdad es que ser joven solo pasa una vez en la vida y es una época en que equivocarse y hacer cosas mal es casi una obligación, esas ansias de saber, de descubrir y de probar cosas nuevas y esa rebeldía se debe de aplaudir y no se le puede quitar a nadie, ella sóla pasa con los años, desgraciadamente, pero si les ahorras algún coma etílico, embarazo no deseado u otras cosas peores tampoco estaría nada mal y si de paso las plantas de las jardineras llegan al lunes pues entonces ya,¡cojonudo!

Decía al principio de la carta que Cangas del Narcea era el Peter Pan asturiano, el concejo que se negó a crecer o simplemente no supo o no supieron hacerlo crecer. Aquí hubo empresas y empresarios que amasaron verdaderas fortunas y se fueron dejándonos escombros y montones de chatarra. Nadie se ocupó de sacarles nada más, hubo fondos mineros que son para reactivar las zonas afectadas por la reconversión minera, yo no veo reactivación ni grandes inversiones ni grandes infraestructuras.

Si las veo en otras cuencas que tienen, supongo, unos dirigentes con un peso político, una fuerza o una habilidad mayor que los nuestros. Para nosotros los ciudadanos de a pie, no veo alternativas ni de ocio ni de nada, aquí el plan B siempre fue ir al bar a hartarse de vino, no hay ocio alternativo ni para los jóvenes ni para nadie. También decía que criticar es algo muy socorrido fácil y barato, mas en estos tiempos que todos sabemos de todo y si no sabemos pues hablamos más alto para silenciar al otro. En cuatro días aprendes a hablar y en toda una vida no aprendes a escuchar ¡que imperfecto es a veces el ser humano!

Antes de criticar deberíamos preguntarnos de quien es la culpa de todo esto y como no, cargar con nuestra parte, padres, educadores, autoridades, políticos, votantes Entre todos construímos esto que tenemos, la culpa es un poco de todos y un mucho de algunos, pedir responsabilidades en este país es una tontería. La ley la hacen los que deberían ser juzgados ósea que mal vamos. Muchas gracias a todos.