Recuerdos con tia Luisa
Mis primeros recuerdos son en tu casa cuando nos ponías a todos los primos a pelar arbeyos para hacer una menestra gigantesca, creo que eran los únicos momentos de todos aquellos veranos en los que estábamos mas de cinco minutos sentados y formales; pasamos sarampiones y varicelas todos juntos, heridas de guerra, hacíamos verdaderas salvajadas con el Cheminova, cientos de bocatas, éramos tantos...
Por tu casa pasaron todo tipo de pandillas y de edades, creo recordar que el primer chico que me gustÓ lo conocí en tu casa, algún amigo de los mayores, fuimos creciendo y seguíamos yendo a merendar a tu casa, también los había que iban a tomar una de tus fabadas de madrugada...
Tu me enseñaste a cocinar, me pasaba las mañanas en tu casa para ver como lo hacías, desde un arroz blanco a tarta de manzana, los calamares en su tinta, que por cierto me salen de vicio con tu receta,... alguna nochevieja que otra pasamos en tu casa, María, Pedro tu y yo mano a mano.
Toda una vida rodeada de hijos, primos, nietos y amigos y todavía te hacia ilusión ver a tus biznietos jugar en la pista.
Nunca perdiste el humor, incluso estos últimos años que fueron mas duros para ti.
Pues eso, tía Luisa, que gracias por todo, y que sepas que desde ayer estoy más tranquila teniéndote cerca de él.
Un beso.
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