Obama y los Derechos Humanos
La elección de Barack Obama como presidente de EE UU abre nuevas oportunidades para acabar con el asalto a los Derechos Humanos cometido por la Administración estadounidense durante los últimos siete años. Los ataques del 11 de septiembre de 2001 fueron un crimen contra la humanidad. Desde entonces, EE UU ha cometido graves violaciones de los Derechos Humanos en nombre de la «guerra contra el terror».
Se han detenido sospechosos que han sido llevados sin notificación a centros de detención secretos o puestos bajo custodia de otros gobiernos que los han torturado. Cientos de personas han estado detenidas ilegalmente en Guantánamo en condiciones que constituyen trato cruel, inhumano y degradante. Agentes estadounidenses han admitido que han usado tortura y otros malos tratos y se han reservado el derecho de volver a hacerlo.
Si el nuevo presidente quiere demostrar un serio compromiso con los Derechos Humanos, deberá enderezar estas políticas y prácticas ilegales. Para ello, no sólo será suficiente anunciar un plan y una fecha para cerrar Guantánamo. También debe ordenar que se acabe con la tortura y otros malos tratos, de acuerdo con la legislación internacional, y garantizar una investigación independiente de los abusos cometidos por el Gobierno estadounidense en su «guerra contra el terror».
Éstas son parte de las demandas que Amnistía Internacional ha dirigido a Barack Obama para que las emprenda en los primeros cien días de su mandato. Todos deberíamos sumarnos a esta llamada.
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