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¿Es barato o caro cazar en Asturias?

1 de Marzo del 2010 - Javier Álvarez Fernández (Grado)

Los cazadores somos aficionados a un deporte que sólo tenemos autorización para practicar unos cinco meses al año (y no todos los días), por ejemplo, en el caso de la caza del jabalí (la más practicada en Asturias), se traduce en unas 15 o 20 jornadas al año. Sin embargo, tenemos que hacer frente a los daños que causan en los cultivos y en los accidentes de carretera durante todo el año. Como afirmaban los señores César Alonso y Carlos Lastra (Asociación Amigos de la Naturaleza), queremos cazar más y pagar menos. Efectivamente, los cazadores asturianos queremos cazar más y pagar menos, igual que al que le gusta el fútbol también quiere tener más partidos y por la televisión pública, no por la de pago, claro está.

Que nadie dude que los cazadores también somos amigos de la naturaleza, al contrario de lo que piensa mucha gente, mucho más que los que se dedican a defenderla desde las ciudades, sin conocer realmente la situación ni de la naturaleza, ni del medio rural, ni de los agricultores y ganaderos. A los agricultores y ganaderos las sociedades de cazadores les facilitan gratuitamente medios para proteger sus cultivos y pastos (pastores eléctricos, varillas, alambre, malla, etcétera) del ataque de los animales salvajes, y si no es suficiente y aun así se producen, se los indemniza económicamente según los baremos impuestos por el Principado. Claro está que quien paga cree que es mucho y quien cobra, que es poco, el empresario quiere pagar menos y el empleado cobrar más, eso es inevitable. Luego está la picaresca de algunos agricultores a los que las sociedades les ofrecen cerrar sus cultivos para protegerlos de la fauna y no quieren porque les sale más rentable que se los coma el jabalí y se lo paguen los cazadores. Algo parecido pasa con los daños de los lobos en el ganado. Por ejemplo, si tienes un potro y quieres venderlo, tienes que ir al monte a buscarlo y bajarlo al mercado para que te den 200 euros por él, sin embargo, si lo dejas en el monte y te lo come el lobo, la Administración (que somos todos, cazadores y no cazadores) te paga 300, ¿entonces es más rentable venderlo o que lo coma el lobo? Y luego dicen que los cazadores les pagamos poco, si pagáramos poco ya se encargarían de poner todos los medios para evitar los daños causados por animales salvajes.

Hace unos años apenas había jabalíes, corzos, venados y casi nos quedamos sin osos y sin lobos, en la mayoría de los casos se cazaba por necesidad y para comer, pero no se respetaban las vedas, ni las épocas de cría, ni nada. Hoy en día y gracias, entre otras cosas, a la gestión y civismo de muchos cazadores tenemos en nuestros montes muchísima más población de todos ellos. El cazador de hoy en día cumple las vedas, respeta las épocas de cría, respeta los cupos en las cacerías, y los adaptamos en función de la población de animales que haya en el acotado, hay unos planes cinegéticos elaborados por biólogos que dicen qué cantidades se pueden cazar de cada especie para que exista un equilibrio adecuado entre las extensiones de terreno y la población de animales. No se caza indiscriminadamente, como piensan algunos, que, además, nos tachan de asesinos, sin la muerte del animal no existiría la caza, eso es así, pero cazar no sólo es dar muerte al animal. Como decía don J. Ortega y Gasset, al cazador no le interesa la muerte de la pieza, no es eso lo que se propone. Lo que le interesa es todo lo que antes ha tenido que hacer para lograrla, esto es cazar. Con lo cual se convierte en efectiva finalidad lo que antes era sólo medio. La muerte es esencial, porque sin ella no habría cacería.

Parece que tampoco se tiene en cuenta la riqueza económica que la caza lleva a muchos municipios en los que es parte principal del motor económico y para todos en general, una buena fuente de ingresos, ya que son muchas cosas las que se mueven alrededor de la caza.

Otro punto de discriminación es que los cazadores tenemos que hacer frente a los daños que producen las especies que cazamos, sin embargo, a nosotros nadie nos indemniza cuando los lobos matan un jabalí o un corzo, que a día de hoy en muchas zonas del Principado constituyen su dieta principal, pero por culpa de la presión de cuatro «ecologetas» urbanitas el lobo en Asturias no es especie cinegética y los controles de población los tiene que hacer directamente la Administración con sus guardas, cuando en otras comunidades en que sí es especie cinegética cuando hay que abatir un lobo lo hace un cazador, estando a día de hoy entre 6.000 y 7.000 la cantidad que se paga por cazar uno. Otra cosa es lo que pasa con los accidentes en las carreteras, quien circula por una carretera donde hay señales que indican el peligro de animales salvajes cruzando la calzada y atropella a un corzo o un jabalí y lo mata, ¿ qué culpa tienen los cazadores o el coto, que está obligado a pagarle el coche, ¿quien le paga al cazador que le hayas matado un animal de su coto con tu coche?

Entonces, díganme, ¿es barato o es caro cazar?

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