Los defensores de los animales, sorprendidos
Me pongo de nuevo en contacto con ustedes para hacerles partícipes de la sorpresa que me causó la noticia publicada en su periódico sobre «La protesta carnavalera contra la ordenanza de convivencia», con fecha 21-02-2010. Resulta sorprendente e indignante que un periódico con la tirada de LA NUEVA ESPAÑA manipule de esa manera la información, ya que o los presentes vemos, oímos y percibimos muy mal la realidad o lo que cuentan no responde en absoluto a ésta.
En primer lugar, no había un centenar de personas sino muchas más, como se puede comprobar por medio de las imágenes que se emitieron en televisión y por las fotografías que tomaron los distintos medios.
En segundo lugar, es cierto que la concentración fue convocada por distintos grupos políticos, pero la mayoría de los asistentes, que éramos los ciudadanos en defensa de los animales, no hacíamos gala de pertenecer a ninguno de estos grupos, además el cariz que tomó la concentración fue principalmente social, ya que lo que vulnera la ordenanza son las libertades de los ciudadanos.
En tercer lugar, no hubo ningún partido de fútbol, sino un breve simulacro de jugar a la pelota con el fin de señalar una de las cosas que se quieren multar en la ordenanza. Y lo que desde luego no existió en ningún momento fue ese ambiente festivo y carnavalesco al que se hace alusión en su artículo por parte de los asistentes; lo que sí reinó fue un ambiente pacífico, ordenado, de respeto y apoyo entre todos los participantes que, de buen grado, hubiéramos podido estar disfrutando del Carnaval y tuvimos que ir a reivindicar unos derechos que nos niegan y por los que nos quieren multar. Tampoco es cierto que los defensores de los animales nos uniéramos al resto de los asistentes, sino que la gran mayoría de los asistentes se unieron a nuestra causa, que es algo muy distinto.
Por último, les ruego que rectifiquen y que antes de publicar algo comprueben su significado y lo verifiquen, porque simular no es realizar, y la RAE no recoge la palabra «carnavalero».
Arancha Leonardo Crespo, Oviedo
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