Colapsando España
Como española me indignan las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno del “no es no”. Como abogada, contemplo atónita la desaparición del Estado de derecho en nuestro país y el desprecio absoluto hacia nuestras leyes. Y es que el “no” de Pedro Sánchez es un no a España y a los españoles, absolutamente manipulados por los grandes medios de comunicación, controlados por diversos grupos de empresas afines que, como otros muchos, comen del mismo pesebre que nuestros “amados” políticos.
Es un no a España, tras los esfuerzos hechos por los españoles para superar la crisis, que vuelvan a despilfarrar el erario público con una sanidad universal que no podemos pagar. Mientras, los españoles pasan a engrosar listas de espera interminables ante la falta de medios en muchos hospitales de nuestra geografía. Es un no a España echar un guiño a esas ONG que, al parecer, acuden al llamamiento de las mafias para recoger pateras llenas, no de refugiados, sino de inmigrantes ilegales que pagan caro el pasaje, a veces, con sus vidas. Es un no a España retirar esas concertinas que, más mal que bien y gracias a una nefasta política de inmigración nacional e internacional, no van a contener el efecto llamada que la irresponsabilidad de este nuevo Gobierno -el anterior no fue mejor- va a producir y que, esperemos, no cueste la vida a ninguno de esas fuerzas de seguridad nuestras que, apenas sin medios ni efectivos, se juegan literalmente la piel defendiendo nuestras fronteras y el Estado de derecho. Y es un no a España porque el dinero para todas estas majaderías va a salir de los ya maltrechos bolsillos de los españoles, con una subida de impuestos que nos dejará en la más completa de las ruinas. Porque, no nos engañemos, estamos quebrados y Asturias es buena prueba de ello, con un nivel de paro escandaloso, con una población envejecida, bien por la huida de los jóvenes, bien porque éstos carecen de medios para fundar nuevas familias.
¿Por qué se preguntarán ustedes? La respuesta a estas políticas socialistas está en los votos. Se acercan unas elecciones y quizás una regularización masiva como se hizo en otras etapas socialistas para captar votos y, sobre todo, en los fondos europeos que van a parar a muchas empresas que se nutren del negocio de la pobreza. Sigan el dinero y obtendrán muchas respuestas.
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