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Juzgar a los demás no dice quiénes son, dice quién eres tú

11 de Julio del 2018 - Mayte Fernández Huerta (Pola de Siero)

JUZGAR A LAS PERSONAS, NO DICE QUIENES SON, DICE QUIEN ERES TÚ

Nos vemos en la obligación de contestar a una carta publicada el 28 de junio, en esta ocasión firmada por José Viñas García. No lo hacemos por sentirnos aludidos, ese no es nuestro problema, lo hacemos porque se nos menciona directamente. Aunque nuestra carta anterior se publicó a nombre de Begoña Fernández Huerta de Pola de Siero, iba firmada por los tres hermanos y en dicha carta, se hablaba siempre en plural, los tres. Tal parece que el Sr. Viñas no se ha percatado de ese detalle. No nos sorprende, creemos que no se ha enterado de nada de lo que decía nuestra carta.

Dicha carta la enviamos, desde el respeto y la humildad, en contestación a la publicada el 7 de mayo a nombre de Eva Arboleya, en la cual había manifestado su opinión respecto al ingreso en Residencias Geriátricas como un acto de aparcar a los padres cuando estos pueden resultar un estorbo. Nos pareció entender, que Eva Arboleya, incluso había hecho un ejercicio de introspección, y valoraba su actitud desde y hacia su situación personal. Nosotros nos limitamos a contar nuestra experiencia personal y cómo vivimos la estancia de nuestra madre en Residencia durante un periodo corto de tiempo, un año.

Nuestra postura, al contestar al Sr. Viñas, es diferente, pues su carta resulta, como mínimo, insolente. Nos preguntamos qué podía haber ofendido tanto de nuestra carta al Sr. Viñas. Quizás, que para mamá y para nosotros fue un lujo su estancia en la residencia sin salir de su entorno inmediato? O que manifestáramos que lo de menos es el lugar porque estábamos siempre con ella? Que dijéramos que nos sentíamos comprometidos con ella por todo lo que la queríamos? O que mamá se sintiera bien en la Residencia? Tal vez, que tengamos tan claro que nuestra madre será siempre nuestra madre, lo más grande y mejor del mundo, aunque perdiera capacidad para ser autosuficiente? O que ella fuera tan feliz con nosotros y nosotros con ella, incluso siendo una persona mayor? Probablemente haya sido porque contamos que todos los días le decíamos cuanto la queríamos?

Sr. Viñas, comienza su carta poniendo en boca de Eva Arboleya palabras que no dijo, ejemplo: de cómo pagamos o devolvemos el amor que nos blindaron y brindaron nuestros padres siempre hasta que dejaron de poder dar ese amor. El amor ni se paga ni se devuelve, Sr. Viñas, se siente!!!!! Y nuestra madre no dejo jamás de darnos amor, toda ella era amor en mayúsculas, pues no hay situación que impida dejar de darlo. Continúa su carta con unos términos que asustan: "hijos malnacidos o desagradecidos que enjaulan a sus papás en residencias. Malos hijos que abandonan a los padres para disfrutar. Hijos que solo saben justificarse. ¡Claro que son un estorbo para muchos hijos y nietos! (refiriéndose a las personas mayores). Hijos que no quieren a sus padres de verdad, solo de boquita para afuera. Hijos que solo saben delegar su cuidado en otros para no sentirlos como una maldita carga y luego agradecer los servicios prestados mientras la conciencia repicará sin parar". Diooos!!! que cantidad de atrocidades juntas. Es tan profunda la pena que sentimos por la pérdida de mamá, que leer las palabras que dice con tanta crueldad, nos convence que si hay malnacidos, uno es usted, debiendo de resultar también una maldita carga para los que le rodean, si es que tiene a alguien.

No nos conoce de nada Sr. Viñas. No sabe nada de nuestras vidas. Usted se autonombra un ser superior con derecho a juzgar hasta lo que desconoce. Pero es curioso que no vemos en su carta ninguna referencia o alusión a usted mismo, a su vida, a su experiencia; acaso prefiere no hablar de ello? Nosotros sin embargo tenemos la costumbre de hablar solo de nuestra vida y no juzgar la de los demás.

Dicen los psicólogos, que las personas que juzgan a los demás son unos frustrados e insatisfechos con sus vidas, quizás por decisiones equivocadas que hayan adoptado. Están en conflicto permanente con el mundo. Quieren justificar su conducta desacreditando a los demás, con subjetividad y simpleza. No son nada autocríticos y se irritan con facilidad. No soportan el éxito o felicidad de los demás. Sus críticas reflejan el anhelo por experimentar lo que la vida le negó y otros tuvieron. No se preocupan por mejorar su vida, consideran que es más fácil apagar el brillo y la felicidad de los otros. Y todo ello, refleja la realidad de cómo se sienten y proyectan sus propias dificultades emocionales, porque la crítica no constructiva lleva consigo gran pobreza emocional. Esto no es de nuestra propia cosecha, pero no le vamos a decir el autor: Juzgar a los demás es una trampa en la que alimentamos nuestro ego para sentirnos mejor con nosotros mismos, mientras creamos historias falsas. Porque las mentes ocupadas, las almas limpias y los corazones satisfechos, no tienen tiempo ni interés en juzgar a los demás.

Sr. Viñas, dice en su carta que solo seremos felices por la felicidad entregada. Nos cuesta mucho creer en su capacidad para poder entregar felicidad, su carta evidencia que no la tiene. También envía un abrazo a todos los papás y mamás que sienten y sufren el mal pago de unos hijos. Por nuestra parte, puede reservarse sus abrazos para los suyos y si no tiene, pruebe a abrazarse usted mismo, porque a nuestra madre le hemos dado nosotros, sus hijos, nietos y hasta biznietos, todos los abrazos y besos del mundo. Nunca hemos escuchado a mamá decir: "flores y halagos en vida, después de muerta la ceba al rabo", nunca, porque no sintió la necesidad de decirlo, de nosotros tuvo todo lo que necesito: presencia, cuidados y mucho amor. Aahh!! Y el jamón del bueno al que hace mención, mejor que flores y halagos en vida, es para alimentar la tripa, y usted lo que necesita es alimentar otra cosa....

Por mucho que se empeñe Sr. Viñas, no va a apagar el brillo y la felicidad que hemos tenido siempre alrededor de nuestra madre. Nuestra conciencia está muy tranquila, y sí, es de bien nacidos ser agradecidos, por eso hemos agradecido a aquellas personas de la Residencia que además de su profesionalidad le han dado a mamá afecto y cariño, porque solo nosotros, que estábamos allí, podemos valorar eso. Tenga cuidado con su dedo índice cuando apunta para juzgar....recuerde que hay otros tres dedos que le señalan a usted. Todos nos vamos a morir, eso es seguro, ojala todo el mundo, incluido usted, pudiera hacerlo con la PAZ que lo ha hecho mamá.

Y ahora puede volver a rebotarse, decir todo lo que le parezca y de nuevo contestar para mostrarse como lo que es. Por nuestra parte no volverá a tener otra contestación, ésta era necesaria, pero no más, porque nos movemos en la vida con otros sentimientos, emociones y valores que nos inculcaron nuestros padres.

Mayte Fernández Huerta. Teléfono: 600864556

Pola de Siero.

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