Comunión-mascarada: Salvar a ZP
Cuando se quiere cambiar en serio el rumbo de una vida, y no se le quiere aplicar "tijera" a criterios, actitudes y forma de vivir, acaba siendo para uno mismo, pura necedad, autoengaño y... de cara a la galería o a los demás, pura farsa y mentira.
El panorama actual, y sobre todo el que se avecina para el futuro de esta nación va por ahí y es desolador. No solo en lo referente a la "epidemia" de la economía y el paro, que se llevan la "palma" por ser siempre lo más inmediato y lo que toca el bolsillo a la ciudadanía, sino también por otras "epidemias" generadas, tales como el bajón ético-moral en valores, la aprobación de "injustas leyes antinatura" (aborto, matrimonio homosexual) que tocan elnúcleo de la existencia. Por supuesto... sin olvidarnos de las 17 tarifas territoriales con sus propias leyes educativas, fiscales, judiciales, etcétera debido a esa desidia corto-placista de decisiones políticas interesadas, imprevisoras y del "quedar bien", por parte de toda la clase política.
Teniendo en cuenta que el Estado sólo controla el 30 por ciento del gasto nacional y que el otro 70 lo despilfarran las 17 taifas autonómicas... ¿cómo no entender el porqué de este "pesebre y mamandurria" derrochadora de amiguitos y amigotes a los que interesa que todo siga así? Ni gobierno, ni oposición mayoritaria, ni minoritaria, etcétera quieran abordar un pacto de tal envergadura que allanara el futuro, enviara a los nacionalistas a su rincón, unificara leyes de Educación, Hacienda, Justicia, Sanidad, etcétera, y evitase un sin fin de secretarías, subsecretarías y asesorías desintegradoras e insultantes, sobre todo en este tiempo de crisis, para l aigualdad de los españoles.
Con este panorama, se plantea, sobre todo a los políticos, que dicen representarnos, varias posibles soluciones que van: primero, desde la irresponsabilidad de dejar que todo se "pudra y empobrezca" (justificación populista, como en Latinoamérica) y esperar a que "expiren" estos dos años de legislatura; segundo, pactar "la nada" y el "pasteleo" que no aborde los temas en serio y con visión de futuro (salvavidas para este gobierno inútil, qu eharía así partícipe a la oposición de parte de su irresponsabilidad); tercer, un pacto serio de todas las fuerzas políticas, pero sólo en lo económico (miope y dificilísimo, por las marcadas distancias ideológicas de unos y otros); cuarto, un verdadero pacto de ciudadanía, de solución global y de futuro en todos los sentidos, de verdadero respeto y de auténtica y libre convivencia ciudadana. ¡Ah..., esto ya es otro cantar! ZP y su "frente popular" están en otra cosa, ¡en su sueño!: no desaprovechar su gran oportunidad histórica de dar un vuelco total al país; quinto, lo más correcto si no se atreven a la opción anterior: que hable el pueblo, ¡elecciones ya...!
¿Creer en esta farsa democrática en la que con un pacto del Tinel y un "cordón sanitario" intenta nprimero aislar al principal partido de la oposición para, ahora y esa misma izquierda, "lavar su mentira e incapacidad", pidiendo su concurso?
¿La realidad...?: ahí está ZP, organizando una "comisio-comunión con rueda de molino", mascarada hasta que "escampe", "parapeto" que salve, no a España sino a él, por esa su izquierda radical. ¡"Dulce y tierna luna de miel" sindical, cineasta, mediática! ¡Si de verdad amas al pueblo... como diría aquel otro: ¿Porqué no te marchas ya...?!
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