Incoherencia arzobispal
Las últimas declaraciones del señor Sanz Montes relacionadas con el proyecto de modificación de la ley de Educación representan un ejercicio de incoherencia que corrobora actitudes precedentes del señor arzobispo. Sus afirmaciones constituyen un cúmulo de desatinos que cualquier ciudadano medianamente informado rebatiría con facilidad.
Entre otras "perlas", el señor Sanz afirma: "Vuelve la dictadura totalitaria". Estas palabras, pronunciadas por alguien perteneciente a una confesión religiosa que paseó hasta el hartazgo bajo palio a un dictador totalitario, resultan sorprendentes.
Pero no conforme con esta aseveración, desliza la siguiente reflexión: "Con su habitual liberticidio intervienen nuestra libertad. Tienen miedo de la verdad que nos hace libres de veras...". ¿Realmente el señor Sanz Montes cree que la verdad nos hace libres? Si así lo cree, debería explicarnos la causa por la cual la Iglesia católica guarda semejante cúmulo de secretos en el Estado Vaticano. ¿Miedo a que la ciudadanía conozca la verdad y alcance la libertad?
Y puesto que "la verdad nos hará libres"... ¿Proporcionaría el señor Sanz Montes, por ejemplo, datos sobre los ingresos "libres de impuestos" derivados de la venta de sacramentos u otros actos religiosos?
Señor Sanz Montes, si no están conformes con las actuaciones de los representantes democráticos de los españoles, lo coherente sería renunciar a la financiación que les proporcionan los impuestos que el resto de ciudadanos sí pagamos y de los que no estamos exentos como ustedes.
Miedo, verdadero miedo, es el que tienen ustedes a que se vacíen sus templos si el Estado no les permite el adoctrinamiento de los escolares y tienen que acudir éstos voluntariamente a ellos para recibir doctrina. Ésa es la verdadera causa de sus preocupaciones.
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