La Nueva España » Cartas de los lectores » Lenguaje inclusivo: ¿una solución de igualdad?

Lenguaje inclusivo: ¿una solución de igualdad?

16 de Julio del 2018 - Cecilia Busto (Avilés)

Posiblemente a muchas personas les haya parecido bien que Pérez-Reverte, miembro de la Real Academia Española, hubiese amenazado con abandonar la institución con motivo de la reformulación léxica de la Constitución española en un lenguaje inclusivo, medida que el director de la RAE apoya. A mí, personalmente, me ha sentado como un jarro de agua fría y me ha resultado un tanto triste, porque ¿qué pasaría si cada artículo de la Constitución estuviera redactado de forma forzada (“Todos los ciudadanos y todas las ciudadanas”) o extravagante (“Todxs lxs ciudadanxs”)? No quiero ni imaginarme el resultado de semejante proyecto, fruto de una sociedad en la que, desgraciadamente, todavía prima el extremismo de ideas y en la que no existe una mentalidad más abierta, pues la sociedad actual, en ciertos casos (como éste, sin ir más lejos), aún se sigue cerrando en banda a una idea concreta y no tiende a un término medio y equilibrado.

Hace un año salió a la luz en este periódico mi carta “¿Igualdad de género?”, en la que manifestaba mi satisfacción ante la existencia del feminismo, pero en la que también criticaba su modo de concienciación. Hoy, un año después, mantengo la misma opinión al respecto: me alegra mucho que luchemos por la igualdad de género, pero su método de arraigo no me agrada en absoluto, pues, desde mi punto de vista, no estamos formando bien a los futuros representantes de nuestra sociedad. Es cierto que es necesario cuidar nuestras palabras a la hora de tratar con los demás, pero las alternativas que utilizan algunos colectivos (la arroba, la x, la invención femenina de algunos términos válidos para el masculino y el femenino...), a mi juicio, me parecen una forma de complicar el cuidado del lenguaje. Como ya comenté el año pasado en mi carta, cuando se utiliza “niños”, esta palabra puede englobar a un conjunto de personas de distinto sexo, y tiene carácter neutro: por lo tanto, el uso de expresiones como “todos los niños” para designar a niños y niñas, o como “todas las personas” para hacer referencia a hombres y mujeres, no es, respectivamente, ni machista ni hembrista.

También estamos entorpeciendo el lenguaje con la invención del pronombre neutro “elle”, que va principalmente dirigido a las personas de género no binario (aquellas que no se sienten identificadas con ningún sexo), cuando en español disponemos ya de un pronombre neutro (“ello”); o con el uso de la palabra “todes” para referirse a un grupo de individuos de sexo masculino y femenino. Lo más curioso de este aspecto es que, en palabras cuyo plural termina en -es, también se utiliza mayoritariamente la x para incluir a todos los géneros (por ejemplo, en lugar de decir “los residentes”, usar “lxs residentxs”).

Según voy citando todo esto, me siento cada vez más y más perdida en este nuevo laberinto lingüístico que se propone para solventar las diferencias de género, y me veo obligada a decir que, a pesar de que conozca a mucha gente que utiliza esta nueva herramienta igualitaria (y a quienes les doy, desde este escrito, mis mayores respetos), ésta no es la solución más adecuada ni la más primordial para resolver nuestras diferencias. En cambio, sí sería interesante e idóneo mostrar a los futuros integrantes de nuestra sociedad verdaderos ejemplos de machismo y contrastarlos con otras opciones coherentes y eficientes para poner fin a los conflictos. Nadie será violento ni discriminador si, desde la infancia, educamos de forma saludable y moderada, y, sinceramente, creo que no estamos aportando medidas de este tipo. La sociedad debe avanzar, pero pensando con anterioridad cómo se va a actuar y teniendo en cuenta las repercusiones que pueden tener las acciones que vaya a llevar a cabo. En definitiva, debemos progresar, pero con moderación.

Cartas

Número de cartas: 46083

Número de cartas en Octubre: 21

Tribunas

Número de tribunas: 2088

Número de tribunas en Octubre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador