Agradecimiento
El domingo 15 de julio salimos en dirección a Madrid en el Alvia de las siete y media de la mañana, a la altura de Campomanes me sentí indispuesto y fui evacuado en una ambulancia. Con esta carta que escribo, afortunadamente, a la sección de Cartas al Director quiero agradecer el comportamiento, en primer lugar, del personal del tren y especialmente del interventor, por su celo profesional. A dos médicos que iban en el tren, un cardiólogo y una pediatra, esta última una mujer encantadora que poco pudo hacer por mí, no estoy en edad. Agradecer también al personal de la ambulancia el trato exquisito, médico, enfermera y técnicos del centro de salud de Pola de Lena, donde me atendieron antes de enviarme al Hospital Álvarez Buylla de Mieres. Por último, agradezco las atenciones y la amabilidad recibidas de celadores, enfermer@s y de la médica que me atendió. Al final la cosa quedó en un susto, una lipotimia me hizo perder el poco conocimiento que tenía. Y por si alguien quiere saber si vi la luz al final del túnel, le diré que sí, fue una luz en forma de Espíritus Santos: personal de función público. Amén.
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