Fuego
En temporadas pasadas, cuando se hablaba de falta de lluvias, pantanos con niveles muy bajos de agua, llegadas estas fechas ya estaban los incendios a la orden del día.
Recordemos en 2017: Verano en la península Ibérica, no dio tregua ni un solo día, ya pasado el estío, se contaban las pérdidas humanas, especialmente en el país vecino, hectáreas quemadas, viviendas, montes, etcétera.
Se anunciaba el huracán “Ophelia”, iba en “línea recta” a Irlanda, pero ya de paso... volvió la pesadilla a Portugal, Galicia y el Suroccidente asturiano. Vuelta otra vez, importante número de fallecidos en el país hermano y cuatro compatriotas.
Aldeas calcinadas, aunque se dijo, y realmente lo creemos, que en algún caso fueron intencionados. Alguna medida debería tomarse, más vigilancia, limpieza.
Fue destacable la colaboración vecinal, como ayuda a los bomberos, hubo quejas por la tardanza de éstos en llegar, quizás no les sería posible llegar primero, dado el “infierno” en que se había convertido la carretera.
En el país vecino le costó el cargo a una ministra y el gobierno quedó tocado.
Lo curioso es que después de sofocados los incendios, gracias en parte a la oportuna lluvia, salieron a la calle concentraciones y protestas por lo ocurrido.
¿No se podría producir antes de lo ocurrido las concentraciones, para ofrecerse como voluntarios, para bien dirigidos poder tirar del monte todo lo que pueda ser un posible foco de calor?
Los montes o parcelas privadas, susceptibles de incendiarse, la obligación de los dueños es limpiarlas convenientemente.
Prevenir antes, para ver si es posible erradicar el fuego, con la colaboración de todos.
El verano actual vino lluvioso, al menos por el Norte, no obstante, tenemos actualmente, incendios por el Sur: Málaga, Sevilla, Ceuta, etcétera.
Ahora parece que con el cambio de ciclo por todo el Norte, lo que proliferaron fueron las inundaciones, por las excesivas lluvias y tormentas.
¿Habrá que represar el alcantarillado?
Nuestra solidaridad con los afectos por la descarga de Cangas del Narcea.
Lamentamos lo que está sucediendo en Grecia.
María Teresa Suárez
Oviedo
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