Alcémonos todos
Envidia me causa ver a los taxistas unidos a lo largo de muchas de las ciudades de España, mientras en Gijón nos ponen semáforos en rojo a la entrada de San Lorenzo.
A qué esperamos para alzar los brazos en contra de estos dirigentes que tratan, a imitación de bañistas de Almería, de distorsionar la realidad a la que cada bañista puede enfrentarse cada día.
El último recurso parece ser que ha sido el de sacar el balón fuera, haciendo mención a que nos engañan nuestros sentidos, que no son capaces de diferenciar entre las defecaciones de nuestro pueblo y el olor a alga en descomposición. Sorprendente.
King Kong nos estará inundando de defecaciones desde su váter, contemplando como nadie se alza ante el hedor nauseabundo que inunda la costa, avergonzado de que sucumbamos sin alzarnos en contra de aquellos que nos dirigen y que no cuidan del mayor, de uno de los mayores, tesoros de los que disponemos en Gijón.
Alcémonos todos, desde los hosteleros a los usuarios, desde turistas a votantes, desde paseantes a sintecho, en contra de estos dirigentes que no asumen responsabilidades y dudan de nuestros sentidos.
Antonio Álvarez
Gijón
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