Una pistola, un cuchillo y un perro
¿Para cuándo se pondrán nuestros políticos a legislar sobre las mascotas? Una pistola y un cuchillo por sí solos son inofensivos si no existe una mano dispuesta a usarlos para hacer daño. Sin embargo, unos perros de raza peligrosa en manos de dueños irresponsables, pueden ser mortales, incluso enseñándoles bien. Y por sí solitos pueden convertirse en un arma letal. ¿Por qué permiten ese tipo de animales cuidando fincas, naves, casas o que cualquier depravado, insensato o inconsciente lo tenga de animal de compañía?
El mundo camina de la mano de colectivos que, si bien muchos han tenido un principio aplaudible, se convirtieron en implausibles por la gente que los componen. Uno de ellos son los animalistas, que confunden la defensa de los animales con que éstos tengan preferencia absoluta, sin importarles el perjuicio que ocasionan o pudieran ocasionar a las personas. Usted tiene un perrito ¡pues que no moleste a nadie de alrededor! Usted quiere lobos, osos y jabalíes, métalos en su finca u urbanización, pero no vaya dando discursos en su defensa mientras las molestias, prejuicios económicos y miedos los padecen otros. Aunque este es otro tema, veremos señores animalistas, que aunque ahora dominen medios y administraciones, cuando un oso de los suyos mate a una persona ¿quién de ustedes será el responsable subsidiario civil y penal por el daño causado por su bestia salvaje? La vida de una persona, la intranquilidad y el perjuicio causado a las gentes de los pueblos no tiene precio. Siempre alguno se beneficia, ya que suelen dar empleo a algunos vecinos, y con algo de turismo de prismático el pastel que ustedes se comen casi enterito parezca que lo repartan con los perjudicados.
Si a usted le encantan los ladridos de su baboso perro, que le parece si le toco la gaita día y noche, donde la serenata le entre por ventanas y puertas ¿A que me denunciaría por molestarle y con razón? Pues sus mascotas no entonan canciones, si no que ladran y dañan los oídos y los sentidos de la razón cuando ves la poca educación y consideración que muestran sus dueños para con los vecinos y quien pase cerca de su vallado, donde esas fieras encerradas si les dieran por salir se comerían a uno de un bocado ¿lo entienden los dueños de los perros? Es que muchas veces ustedes los dejan de guardianes de su propiedad, arrestados de por vida, atados o sueltos y se van al trabajo o de ocio por horas ¡que se j… los demás! No sé qué hacen los defensores de los animalitos que no les denuncian, ya que no creo que esos animales estén en su medio más natural así recluidos sin cuidados y cariño alguno.
Las personas siempre antes.
José Viñas García
Villamiana, Oviedo
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