Medidas para asegurar las pensiones
La sociedad se divide en dos clases, los honrados y trabajadores, y los vagos y maleantes. Estos últimos viven parasitariamente a costa de los primeros y son la causa de la decadencia de los países. La decadencia de España se reflejó en la novela picaresca, donde la clase de los vagos y maleantes fue en aumento mientras que la de los honrados y trabajadores disminuyó; de este modo España entró en decadencia en el siglo XVII.
Hoy vivimos un proceso similar, donde se va a peor en todo –peores condiciones laborales, pérdida adquisitiva, privatizaciones–, por culpa de los vagos y maleantes; vagos que buscan la manera de pasarse de baja la vida laboral –como los que se mutilaban para no ir a la mili–, de jubilarse por enfermedad, de vivir del salario social y gratis total, de tener hijos para sacar trescientos euros por cada uno ¬–los cuales tienen elevadas probabilidades de ser futuros delincuentes y de vivir parasitariamente–; maleantes que están trabajando mientras están de baja laboral, que se jubilan por enfermedad y luego están muy sanos para trabajar impidiendo trabajar a los parados, que perciben el salario social mientras se dedican a la economía sumergida, que obtienen ayudas al alquiler mientras viven en casa de un familiar y realquilan la vivienda de la que obtienen las ayudas; que provocan accidentes ¬–por alcance, en rotondas¬– para obtener una indemnización y tirarse meses de IT.
No hay para todos, especialmente cuando con la robotización, informatización y 3-D se van a destruir miles de puestos de trabajo, y con el cambio climático se van a reducir drásticamente las cosechas lo que se traducirá en hambruna. Por ello los vagos y maleantes deben desaparecer para que los honrados y trabajadores puedan sobrevivir. O ellos o nosotros, selección natural. ¿Acaso no está escrito que a los vagos hay que dejarlos morir de hambre?
Aplicando la eugenesia a los vagos y maleantes se aseguran las pensiones y prestaciones públicas, y los cada vez más escasos recursos alimenticios alcanzarán para sostener a los honrados y trabajadores.
José María Álvarez Álvarez
Trubia, Oviedo
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