El reto del cambio climático
Tras una primavera atípica por la alta pluviometría, y un comienzo del verano igualmente atípico por las temperaturas suaves, llegó el calor. Tendremos que irnos acostumbrando a estos cambios de estaciones que, si no se adoptan medidas tajantes, pueden ser catastróficos.
Como es sabido, el verano empezó el 21 de junio, pero las vacaciones mayoritarias acaban de comenzar, y lo han hecho en los días en los que el calor aprieta y parece que coincide la oportunidad del descanso estival de los más, con la evolución de la meteorología en estos días caniculares de los que la mitad ya han transcurrido.
Generalmente, somos escépticos a lo que no vemos. Científicos y ecologistas desde hace décadas vienen advirtiendo del cambio climático. Se conocen sus causas y las medidas para prevenirlo. Pues nada, en esas mismas décadas los políticos y los directivos de las grandes multinacionales se han dedicado a dar largas al asunto, a negar lo evidente, a no hacer nada: "que lo solucionen los que vengan detrás". Pero los que nos sucedan ya no podrán solucionar un problema que no han generado. Pura insolidaridad intergeneracional. Las constituciones nacionales deberían incluir los derechos de los que todavía no han nacido, aquellos que no votan, no pagan impuestos y no pueden opinar, pero que indudablemente serán nuestros herederos.
Nuestro país, España, puede llegar a ser uno de los más perjudicados por el cambio climático. Tenemos un clima mediterráneo, vecino del desierto. Y un pequeño cambio en la dinámica atmosférica nos puede convertir en una zona semidesértica. ¿Qué haremos entonces?
Ciertamente estamos a la cola de Europa en la reducción de emisión de gases de efecto invernadero. No cumplimos el Protocolo de Kyoto, ni hay visos de que vayamos a cumplir el Acuerdo de París. Por desgracia hemos tenido gobernantes negacionistas del cambio climático, como José María Aznar; otro, como Rajoy, que decía tener un primo que le manifestó que no existía tal fenómeno; y otros más, como González y Zapatero, que, a sabiendas de la gravedad de la situación, no hicieron nada.
Hoy tenemos una ministra para la Transición Ecológica que es una experta en cambio climático, esperemos que sus conocimientos sirvan para cambiar la situación.
Es evidente que el cambio climático, en la actualidad, es el principal reto de la humanidad. Y España, entre otros países, puede tener un papel protagonista en ese nuevo panorama de las energías renovables. Recemos porque sea así.
José Antonio Gutiérrez González
Piedras Blancas, Castrillón
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