Títulos y premios
Cuando los jóvenes de ahora alardean de tener títulos colgados en la pared, que consiguen premios extraordinarios, cursos y másteres a repartir, no se dan cuenta que todo se lo deben a unas generaciones anteriores que consiguieron sin tanta preparación, doctorados y licenciaturas unas posibilidades para sus nietos e hijos que para sí quisieran ellos dejar a sus descendientes.
Por ello, creo que ustedes, imberbes, folgados y malcriados no cacareen tanto, si las posibilidades suyas las hubieran tenido al alcance sus papás, seguramente con más modestia, el mundo agradecería disponer de tales elementos dispuestos a evolucionar y no estancar el mundo en uno mismo, presumiendo de lo que les viene regalado. Se les paga carísimos másteres, en las mejores universidades, que incluso algunas, con pagar o tener influencias, se los regalan para enmarcar sin pisar la universidad cómo estamos viendo con políticos.
Ustedes vivieron un mundo lleno de comodidades, sus papás y abuelos cada avance en su cultura general la han tenido que sacar de un tiempo que no disponían, un tiempo que restaban al descanso después de duros trabajos. Si fueran correctos, sus premios extraordinarios ¡claro que se lo deben a los abuelos y a los papás! Es más de ellos que suyo. Por eso, si alguno ya no está en este mundo, alguien con mente menos egoísta aplicaría aquello de dedicarle sus éxitos a quien le abrió las puertas al éxito.
Un camino de rosas es lo que ustedes han tenido. Aunque ustedes presuman, al menos muéstrense agradecidas a sus mayores, los periodistas que les entrevistan tienen mundo y pretenden encauzarles sus éxitos sin que se los quieran apropiar por pura codicia personal. Pueden tener erratas, pueden encauzar la entrevista bajo un punto de vista no del todo conforme a sus deseos, pero jamás ustedes pueden con un simple premio desmerecer así a un profesional y un medio que lleva muchos años (también errando) pero tratando de hacerlo lo mejor posible.
Le diré algo, usted empieza la vida, ojalá alcance la sabiduría eterna y todos los premios que merezca, pero la modestia es la mejor forma de alcanzar todo: Un hijo con muchos más títulos y másteres que usted, además de empresario por esos mundos de Dios: Singapur, Kenia, Colombia, Perú, etc. se le hizo una entrevista en este medio fantástica. Luego le hicieron otra en uno de reputación nacional de economía, donde las erratas y los datos falseaban sus intenciones, pues él no se puso a insultar al periodista y periódico, solo lo comentó y dijo: Lo que pretendía está, publicidad. La vida funciona así, por los medios te venden una moto sin ruedas y sin motor solo con metértela por los ojos. Eso cuesta dinero, de usted nadie sabría si no es por esa entrevista, los errores de enfoque, no me parecen para nada resaltables.
Ahora bien, si usted pretende ser perfecta en todo, le aseguro joven, que solo conseguirá pasar del rellano de su candidez de adolescencia.
José Viñas García
Villamiana, Oviedo
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