Carta a los abuelos

El motivo de la presente es para tranquilizaros, sé que las últimas noticias os inquietaron, pero podéis estar tranquilos, no pasará nada. España es como el alumno poco aplicado que va arrastrando asignaturas pendientes, y si quiere progresar, tendrá que superar con un aprobado mínimo para mirar con perspectiva el futuro. Sé que la pegada de carteles por parte de esos indigentes mentales, intentando rememorar la "Noche de los cristales rotos", os habrá traído a la memoria el infausto recuerdo y la premonición de la gran hecatombe que se cernía sobre Europa, ¿Qué os voy a contar yo que vosotros no hayáis vivido?, pero quienes confiamos en la Democracia, sabemos que si las instituciones obran como es debido, no habrá retorno.

Tengo que deciros que lo sé todo, no me enteré por vuestros hijos, fueron vecinos y amigos de la familia quienes me informaron de lo sucedido, y quiero que sepáis que me siento muy orgulloso de vosotros, y por vosotros seguiré peleando por que se haga justicia.

Esteban, no quiero imaginarme la experiencia vivida, tu cumpliste con tu deber como familiar y ser humano, tú diste de comer al hambriento (bien podría tomar nota cierto prior, que tiene tanto de religioso, como un tanga de mitra), ese pobre inocente no tenía delito alguno, el motivo de su persecución no iba más allá de su disidencia con el dictador. Sé que murió asesinado a manos de esa jauría rabiosa de fascistas, que bajaban por "el caliyu" disputándose el mérito del disparo certero, como si se tratara de unos cazadores con un jabalí. Recientemente me enteré de que no contentos con el atroz crimen, quisieron quemar la casa en donde vivías con la abuela y vuestros hijos dentro, y sólo un golpe de suerte te libró de las garras de los asesinos, pero no de la multa millonaria que te obligó a vender buena parte de los prados, fincas y ganado de los que vivíais. Pese a ello, sacaste adelante la familia y estoy seguro de que tus siete hijos siguen estando tan orgullosos de tu legado, como yo y el resto de los nietos.

Manolo, como sucediera con mi abuelo materno, también por vecinos y amigos de la familia me enteré de los arrestos que echaste para sacar a Lito del cuartel de la Guardia Civil. Hoy en día lo hablamos y entendemos el suceso como un atropello y un abuso de autoridad intolerable. Sé que Lito bajaba de La Colladiella, que en el bar seguía la fiesta, y que la pareja de la Benemérita le dio el alto y le preguntó quién cantaba. Al contestarles diciendo ignorarlo, la reacción de uno de los guardias fue un manotazo en el bocadillo que iba comiendo, arrojándolo al suelo. La negativa a recogerlo después de arrojarlo al suelo fue motivo suficiente para ordenarle presentarse en el cuartel al día siguiente. Lito no se presentó, y al día siguiente, la abuela (Celia) vio como los guardias lo llevaban arrestado. Me quito el sombrero ante tu valor, en aquellos tiempos presentarse en un cuartel y exigir que soltaran a un hijo, al que tenían previsto apalear, no es para menos.

Por vosotros, por la gente que no corrió tan buena suerte, por quienes siguen esperando un entierro digno, tenemos el deber moral de desahuciar la inmundicia embalsamada que reposa en el templo, y aprobar la asignatura pendiente.

Ya veis, a estas alturas, en pleno siglo XXI, todos-as deberían saber que Franco ("Paca La Culona", según Queipo de Llano), alias "Cerillita", fue un traidor que juró lealtad a la República y se levantó en armas contra su pueblo, fue un dictador que se codeó con la mayor basura que campaba por Europa, fascistas y nazis. Fue quien pactó con Hitler y Mussolini unirse al Eje en su cruzada de odio contra el mundo, fue quien envió la División Azul a morir a la U.R.S.S., fue condenado por la O.N.U. por imponer una dictadura "de naturaleza fascista", sin embargo, sigue habiendo gente tratando de lavar 40 años de dictadura para vendérnoslo como tiempos de paz y justicia. Lo sé, somos la vergüenza de Europa, mientras que en Alemania e Italia no quedan ni rastros de símbolos de los genocidas, aquí aún se mantiene buena parte de esa roña, pero ¿sabéis por qué? Porque en el Congreso tenemos la mayor agrupación de hipócritas por banquillo, que en cualquier otro parlamento europeo sería inimaginable; ni Suárez, ni Felipe, ni por supuesto Aznar, ni Rajoy, sólo Zapatero puso la primera piedra para recuperar la materia suspendida, pero quedó en eso. Los demócratas lo tenemos difícil, pero no tanto como lo tuvisteis vosotros, para muestra un botón: el dúo formado por señor Casado (con la corrupción) y el señor Hernando, son buen ejemplo de lo mal que suena una palabra como "Democracia" en sus bocas.

Estos dos elementos son ejemplo de lo que se cuece en su partido: a la indudable carencia total de empatía hacia las víctimas de la dictadura, sumamos la falta de respeto hacia sus familias y obtenemos esos discursos absurdos, despreciables, intolerables. Casado, una persona joven, muestra un perfil más próximo a las "Hitlerjugend" que a la de un miembro de un partido curtido en Democracia. Tanto él como Hernando son buenos exponentes y culpables de que nuestra democracia no progrese adecuadamente, ya que de un partido que nace por obra y gracia de un ministro franquista, no es extraño que sigan sin tener claro si fue antes el huevo o la gallina, pero dado el rumbo que toman sus dirigentes, barrunto origen capón. Mención especial merece Rajoy, expresidente del gobierno, otro al que se le llenan las comisuras de los labios de salivazos de democracia, ley y constitución, pero que ni tan siquiera se sonrojó, cuando declaró públicamente que la dotación presupuestaria hacia la Ley de Memoria Histórica era cero, vosotros ¿de quién imagináis que esperaría el aplauso? ¿de demócratas o de fascistas?... Sólo tener que planteárselo ya da buena muestra de lo claro que tienen conceptos como autoritarismo y democracia, pero bueno, en un partido que funciona con sobres, y no precisamente los que sellan sus títulos académicos, no debería extrañarnos ya nada.

Por si fuera poco, este trío, ahora a la terna se suma otro jovenzuelo, Albertito Rivera. Ignoro si abusaría del tinto antes de decir que las dictaduras tenían cierto orden y paz, (¡claro que sí "guapi"!) sólo le faltó completar la parida y decirnos que Mauthausen, Auschwitz, Treblinka, Dachau, etc. eran destinos de vacaciones para la élite alemana.

Como veis el panorama es complicado, porque hay demócratas que sólo piden unidad cuando se trata de condenar dictaduras fuera de nuestras fronteras, o de hacer un frente común frente al terrorismo etarra, pero se les diluye la lengua cuando se trata de asumir una responsabilidad para condenar una dictadura y un genocidio en suelo patrio. Lo sé, no es nada nuevo, es algo a lo que la derecha nos tiene acostumbrados, pero irrita que en pleno siglo XXI sigamos arrastrando una asignatura pendiente, que por cierto no es convalidable (lo digo por si a Casado se le ocurriera gestionarla vía rectorado), y estamos obligados a superarla y con nota, es lo mínimo que podemos hacer por vosotros.

Alejandro González Lada

Urbiés, Mieres