El horario del tren a Alicante
A la atención del presidente de Renfe, don Isaías Táboas Suárez, y al director del Gabinete de Presidencia, don Diego Molero Alonso.
Estimados señor Táboas y señor Molero:
Les escribo porque muchos usuarios de Renfe tenemos una petición que hacerles, y que consideramos extremadamente importante para nosotros: Que el tren que sale desde Gijón con destino a Alicante salga a las 11 de la mañana, como hizo durante años, y no a las 14.12 horas.
Me encontraba en la cafetería del tren que viaja a diario desde Gijón a Alicante, y que tan rebosante de gente va (especialmente asturiana) durante todos los meses de verano.
Allí se encontraba el personal del tren, tomándose un ligero descanso, y una simpática y dicharachera señora procedente de Avilés. El caso es que, tras mirarnos los unos a los otros por varios segundos sin mediar palabra, a la jovial señora se le ocurrió preguntarle al amable revisor que por qué habían cambiado el horario de aquel tren. "Antes salía sobre las 10 u 11 de la mañana” -decía-, “y llegaba a Alicante a una hora decente, pero ahora sale más tarde de las 2, y no se llega a Alicante hasta las 11 de la noche. ¡Es que no tiene ni pies ni cabeza!"
Todo el personal del tren estuvo de acuerdo en que se llegaba al destino demasiado tarde y que, en definitiva, aquel cambio de horario no tenía ningún sentido para nadie. Alguien dijo entonces que fue porque cuatro se habían quejado. Así, metiéndome en donde nadie me llamó, inicié con aquella señora un periplo por el tren en el que nos dedicamos a recoger firmas de los que deseaban que el tren volviese a salir pronto, tal y como siempre lo había hecho. Si cuatro se habían quejado y habían conseguido tanto, quizá nosotras podríamos hacernos escuchar también.
Tardamos unas horas en recorrer el tren, pero fue sorprendente la cantidad de firmas que recogimos y la de gente que conocimos que estaba disconforme con aquel nuevo horario. Prácticamente todo el tren nos aplaudía cuando comunicábamos el sentido de nuestra visita a su vagón. Aquello se tornó en algo parecido a un motín. Los pasajeros me arrebataban el boli y la libreta de la mano, y anotaban enérgicos y esperanzados sus datos. Si tan bien había funcionado aquel temprano horario de antaño, ¿por qué lo habían retrasado a las 2.12 de la tarde? Nadie podía entender el cambio.
Muchos de los pasajeros que van a Alicante son mayores, y van a pasar unas semanas a Benidorm. Se quedan en apartamentos que no están abiertos cuando por fin logran llegar a su destino a la 1 de la mañana. Desgraciadamente, no todos pueden ir a un hotel, cuya recepción está abierta las 24 horas.
Además, al llegar tan tarde, uno está obligado a coger un taxi que cuesta la friolera de alrededor de 75 euros, ya que a esa hora no existe otra opción de transporte.
Según varios pasajeros, amigos suyos habían dejado de viajar a Alicante por este inapropiado cambio de horario.
El nuevo horario de este tren no tiene sentido para nadie, y son muchas personas las que opinamos así. Uno de los pasajeros que viajaba en aquel tren dijo (sin desvelar su fuente) que se había cambiado el horario del tren para que a los madrileños les diese tiempo a cogerlo, tras finalizar su trabajo, y llegar ese mismo día a Alicante.
Bien, señores directivos, pues si ésa es la razón, les diré que esos jóvenes trabajadores de Madrid tienen muchas más opciones de transporte para llegar a Alicante, ya que desde Madrid hay mil conexiones, que no tenemos los asturianos, que vivimos en una provincia desconectadísima del resto de la península. Y, también, por qué no decirlo, tienen juventud, no como muchas de las personas que hacen uso de este particular trayecto.
Aquel día de junio, señores directores de Renfe, el tren fue una auténtica fiesta, en la que más de 100 pasajeros firmaron gustosos esta petición que creemos más que necesaria y justa para todos los usuarios de tren de Renfe, que viaja desde Gijón a Alicante en un horario intempestivo. En el correo postal les mando a su oficina madrileña las firmas de los 100 pasajeros a los que nos dio tiempo a preguntar (con sus nombres, apellidos y números de DNI). Si hubiésemos comenzado antes a pedir las firmas, habría firmado hasta la última alma de aquel tren.
Les rogamos que este tren recupere su horario original, y un buen montón de asturianos enamorados de Alicante les estarán eternamente agradecidos.
Rocío Fuentes Ortea
Gijón
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