Asombrosa pasividad ante una agresisón
Una chica aparca el coche para hacer un recado en frente del Banco Santander en Las Vegas (Corvera ) y ve como dos individuos estaban intentando robar a un chico con distintas capacidades, lo perseguían y acosaban lanzándole patadas y puñetazos en medio de la carretera (tuvieron que parar dos coches)
El chico se defendió y le alcanzó de lleno con un puñetazo, cosa que hizo que se enfurecieran más.
La chica no se atrevió a meterse por el medio (cosa lógica porque no sabes por donde te pueden venir) pero llamo a la Policía, que se personó en el lugar al instante. Lo que más le sorprendió es que nadie saliera en ayuda del chico y había bastante gente que lo presenció todo.
No salgo de mi asombro, quiero dar las gracias a la chica que avisó a la Policía y a los que lo vieron y no hicieron nada, gracias por ser tan "solidarios".
Nadie merece pasar por esto, y ese chico agredido mucho menos. Lo que más me asombra del caso ya no es la agresión, que también, por desgracia estas situaciones están al orden del día en todos los sitios; nos levantamos todos los días con casos aberrantes, agresiones, violaciones etc.
Lo que me asombra es la pasividad de las personas que lo vieron y nadie hizo nada, eso es lo verdaderamente preocupante.
Dicen hay que darles autonomía, que no hay que protegerles tanto para que el día de mañana sepan andar por la vida, que la sobreprotección no les beneficia, etc.
Lo que no beneficia a nadie es la insolidaridad, el mirar para otro lado (mientras no toque a uno) y que esos individuos queden impunes.
La educación y el aceptar a las personas con distintas capacidades se enseñan en casa, en los colegios y en los parques de ocio.
No es la primera vez que estas personas tanto de niños como de adultos tiene que sufrir que niños pequeños y no tan pequeños, les den patadas y se burlen de ellos, ante la pasividad de sus padres.
La pregunta que me hago es la siguiente:
¿Qué pasa si un día esas personas adultas se cansan de que les den patadas y responden defendiéndose?
Pues yo misma me respondo:
Cuando se defiendan vendrán los problemas y las lamentaciones, y los agredidos siempre llevarán las de perder por ser adultos y por defenderse de niños pequeños o no tan pequeños a los que sus padres no les enseñaron a respetar a sus semejantes.
Está visto que las personas vulnerables están a merced de personas sin educación, sin escrúpulos y con un enorme déficit de empatía.
Lamentablemente los derechos de estas personas brillan por su ausencia y lo más preocupante es que el día de mañana viendo lo que se ve hoy en día, su futuro sin sus padres es para preocupar y mucho.
Angeles Menéndez Muñiz
Las Vegas, Corvera
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