No me toques La 2
La veterana periodista Rosa María Mateo ha conseguido finalmente desatascar el tortuoso camino instalado en el Parlamento durante varios días para dirigir provisionalmente el ente público de RTVE.
Decimos "provisionalmente" porque como todo el mundo sabe sigue su curso normal el concurso que en su día se estableció entre profesionales del medio de reconocido prestigio para la designación y conseguir finalmente acabar no sólo con la descarada manipulación informativa que los partidos políticos que han gobernado hasta hoy, han practicado, sino con la bochornosa y patética calidad de los programas que compiten con otras TV. Basura.
Es verdad que el monopolio de la manipulación no lo tiene TVE, ya que compite en desvergüenza con TV3 de Cataluña, TV andaluza y TV Galicia, pero son los ciudadanos y los profesionales de esas comunidades autónomas quienes tienen la responsabilidad de denunciar las manipulaciones de sus medios autonómicos.
De momento, Rosa María Mateo ha iniciado su trabajo bajo dos premisas: La discreción (no ha concedido ninguna entrevista ni ha aparecido en ningún medio) y proceder al cambio de responsables de programaciones cuya calidad y audiencia estaba alcanzando cotas alarmantes. Los sufridos ciudadanos todavía no han podido percibir la televisión de calidad a la que tienen derecho, pero los telediarios empiezan a recuperar la objetividad que le es exigible y el ambiente entre los trabajadores del ente, al parecer, ha mejorado notablemente.
Pero, por favor, Rosa, no me toques La 2. Ya sé que es un canal minoritario, ya sé que sus índices de audiencia, lamentablemente, engordan las cifras de pérdidas del ente público RTVE, pero un servicio público que tiene que ver con el derecho a la información, con la cultura, con el entretenimiento de calidad, con la neutralidad política no se puede medir con criterios de rentabilidad. Ya sé que sus índices de audiencia (ese horroroso anglicismo, "share" que utilizamos, en lugar del castellano: "cuota de pantalla") son los más bajos de las televisiones generalistas (2,5% de media) imposibles de competir con los 15%/17% de Telecinco, donde las estrellas son los programas "Sálvame", "Náufragos", "Adán y Eva" y todos aquellos que comparten con otros canales "basura" cuyo "gancho" es el insulto entre "famosos" de medio pelo y su descuartizamiento mutuo que, junto con el fútbol, mantiene anestesiado al televidente.
Rosa, no me toques La 2... por favor, porque los amantes del cine disfrutamos con "Días de cine", "Historia de nuestro cine", "Atención Obras". Porque los amantes de la música queremos seguir escuchando "Ópera" en directo desde el Teatro Real de Madrid. Porque ningún otro canal nos ofrece los festivales de jazz de Vitoria, de Donostia, de Getxo o los festivales de música clásica. Porque los amantes de la naturaleza disfrutamos de los documentales, bien de producción propia, o los de la BBC, australianos o canadienses. Porque los amantes de la historia y de la cultura nos embobamos con documentales difíciles de encontrar en otros formatos. Porque muchos consiguen "viajar" virtualmente a los lugares más emblemáticos del planeta, sin salir de casa. ¿Y qué decir de los programas dedicados a la ciencia y tecnología? ¡Lo que aprendemos! O el insuperable "Página dos" dedicado a los libros y que decir del programa "Imprescindibles" que rescata biografías de personajes claves de la vida cultural, política, intelectual, artística... de la España moderna. ¡Hasta el telediario! "La 2 Noticias" de la noche, te traslada a otra atmósfera, tiene otro tono, transmite credibilidad y ese punto de sensatez y apacibilidad tan necesario en una sociedad ya de por si tensionada, agresiva... poco amable.
Los seguidores de TVE-2 aprendemos mucho y disfrutamos con la programación de este canal, querida Rosa. Por todo ello y porque le darías un gran disgusto a mi esposa... ¡No nos toques la 2, por favor!
Marcelo Noboa Fiallo
Gijón
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