Salvad la iglesia de La Maruca
Según informa LA NUEVA ESPAÑA, una empresa está interesada en comprar uno de los edificios religiosos con más solera de Avilés. Nada más ni menos que la parroquia de San José Obrero, unida históricamente a la empresa Cristalería, porque fue la parroquia de muchos de los trabajadores venidos de Arija que le dieron calor espiritual y vida sacramental. Un antecedente de esta parroquia hay que encontrarlo en las fiestas patronales que se celebran con motivo del día 1 de mayo, San José Obrero. Se celebraba una misa muy solemne cantada y acompañada con instrumentos musicales cara al público en donde se hallaban las antiguas oficinas. La participación de las familias era muy significativa, especialmente de las que habían llegado a Avilés cuando la empresa Cristalería Española fue trasladada desde Arija.
Esta iglesia fue el fruto del empeño de los fieles, unidos a Don Juan Heriberto, el párroco, que durante años no sólo fue le factótum de la parroquia de la Maruca, sino que contra viento y marea también erigió la parroquita de Raíces, enfrentándose a críticas que veían innecesaria la construcción del nuevo templo. Don Juan era un párroco entregado por completo para lograr que la parroquia de San José Obrero, tuviera un matiz diferenciado y comprometida con la doctrina social de la Iglesia, y con la formación de los trabajadores, especialmente los jóvenes de la JOC y JEC. Don Juan les instruía en la necesidad del compromiso cristiano en favor del mundo del trabajo. Las Pascuas juveniles tenían un color y calor especial, la parroquia se llenaba de entusiasmo y compromiso. En las misas parroquiales dominicales y en la catequesis la participación era completa y todos los fieles sabían lo que tenían que hacer para que la parroquia fuera el hogar de todos. Yo solía, con alguna frecuencia, acompañar a mi madre a los servicios religiosos y me maravillaba del empeño con que todos hombres y mujeres, niños, jóvenes y adultos, se comprometían en la vida parroquial. Especial significado tenía el día de San José Obrero, 1 de mayo, fiesta grande, concurrida y celebra con un ágape de fraternidad, en el que se compartía lo que cada feligrés aporta con generosidad. Hoy la que fue parroquia dinámica y comprometida, espera en su soledad sonora y desafiando los ruidos y los humos, tiempos que no parecen mejores. En el recuerdo de los feligreses más veteranos, que son muy pocos, porque muchos dejaron este valle de lágrimas y otros se mudaron hacia el centro de Avilés, perduran en su frágil memoria los tiempos lejanos en la que su parroquia de San José Obrero estaba llena de vida y de amistad. El futuro de San José Obrero puede estar en los decretos de desacralización del Arzobispado.
Fidel García Martínez
Avilés
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo