Nostálgicos que reviven
Pedrito, buena la has liado. Con tu genial idea de sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos has conseguido que los nostálgicos adormecidos vuelvan a recordarlo, además de peregrinaciones masivas a Cuelgamuros para ver la tumba del dictador. Te recordaré que el sistema empleado por tu Gobierno para sacar los restos del sátrapa, mediante el decreto ley, es parecido al de su enterramiento.
El Consejo de Ministros presidido por Arias Navarro decidió la forma en que se debía llevar a cabo el sepelio, de acuerdo con el rey Juan Carlos, ahora Rey emérito, quien ordenó por escrito al abad del Valle de los Caídos, Luis María de Lojendio, que se diese sepultura en la basílica a "Su Excelencia el Jefe del Estado"
La orden fue escrita y firmada en el Palacio de la Zarzuela como "Yo, el rey", a las 16:00 horas del 22 de noviembre de 1975 (el dictador no cumplía los requisitos para ser enterrado en dicho valle).
En mayo de 1958, el general Camilo Alonso Vega que era presidente del "Consejo de las obras del Monumento Nacional a los Caídos", envió una carta a cada uno de los 50 gobernadores civiles de España, en la que les pedía que se buscaran restos mortales de caídos en la Guerra Civil, para ser enterrados en Cuelgamuros. La circular enumera varios requisitos: tener nacionalidad española, combatiente y que muriera en la guerra (sin especificar bando). Creo que los restos del dictador, en mi modesta opinión, hace tiempo que tenían que estar fuera del Valle de los Caídos y dejar de marear la perdiz. La guerra termino hace casi 80 años y el dictador murió hace más de 40. Ya es hora de superar lo acontecido en el pasado y afrontar los problemas del presente y del futuro. Aunque algunos quieran sacar réditos de tiempos pasados, lo triste es que algunos los sacaron en la dictadura y hoy día siguen los mismos, sacándolos en democracia, dada su condición de camaleones vendidos al mejor postor.
José Manuel Franco Parro
Muskiz (Vizcaya)
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