A vueltas sobre Woody Allen
Hace ya largos años que falto de Ovieu, y ayer tarde recibí por boca de una amiga la noticia de que en la calle Uria habían levantado una estatua a Woody Allen tocando el saxo.
Realmente, ha sido una impericia el levantamiento de esa estatua, que de plano se habría de retirar inmediatamente. Los ingleses, mucho más experimentados en esas lides dejan transcurrir, tras la muerte, el plazo prudencial de 7 años para que pueda llegar a airearse cualquier trapo sucio del fallecido. Han hecho esto incluso con Lady Di, pues su monumento en Hide Park fue inaugurado en 2004 por la reina Isabel II; esto es, siete años después de su fallecimiento, acaecido en 1997.
Muy recientemente ha sido aireado el último escándalo de Woody allen, quien ha sido acusado de acoso sexual.
En los tiempos que corremos actualmente, este hecho es tan grave que Woody ha visto totalmente cegada su financiación para futuras políticas, afectándole incluso en lo personal.
Entiendo, por lo tanto, que en base a esa misma regla de tres habría de ser retirada su estatua levantada en la calle Uría, al menos si queremos ser mínimamente coherentes. De lo contrario, parecería darse a entender que simplemente porque Woody Allen ha cortejado a Asturías el agradecimiento es tan podereso que se le ensalza contra viento y marea, con independencia de su comportamiento.
Pero en cualquier caso habría que ver lo que piensan las mujeres de hoy, particularmente las feministas.
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