Lastres, ¿qué están haciendo contigo?
Pronto se cumplirán ocho años de la concesión a Lastres del premio “Pueblo ejemplar” 2010. En 2014 fue seleccionado para el cartel de “Pueblos más bonitos de España” (coste de esta pertenencia: peritación pago único 600 + IVA y cuota anual de 1.000 más 1 por cada habitante, a pagar en los dos primeros meses de cada año). Me pregunto si todo esto ha servido para algo. En el mito de Eco y Narciso se dice que para Narciso “su perdición será contemplar su propia imagen” y Lastres parece que decae ensimismado en su propia hermosura sin que la Administración le haga caso, si bien en la lucha y reivindicación está la Asociación de Vecinos de Lastres y Luces tratando de hacer lo que está en su mano por estos pueblos.
Ciertamente, Lastres no presenta una agradable imagen ni al propio ni al foráneo: casas cayéndose o sin tejado años y años, rincones impresentables, zonas en las que no entra el servicio de limpieza ni por asomo y que tienen que barrer y limpiar los propios vecinos, calles cubiertas de verdín y resbaladizas y parcelas “insufribles” (solares abandonados y con maleza, en medio del pueblo) mostrándose en todo su “esplendor” a nuestros visitantes y para “gozosa” contemplación diaria de los lugareños.
Dispongo de un montón de fotografías tomadas en abril de 2018 en las que se puede apreciar lo que digo.
Dicho sea en honor a la verdad que meses atrás algunas calles fueron tratadas con chorro de agua a presión para eliminar el verdín, y con buenos resultados: trabajo costó conseguirlo.
En otro orden de cosas, no hace mucho, el Principado anunció una iniciativa de experiencia piloto en Lastres sobre “La marca de calidad de las villas costeras”. El primero de los pilares será el denominado “paradigma urbano”. Consiste en “desarrollar un proyecto que contemple la creación de una marca territorial de calidad para las villas litorales asturianas y que incluya los requerimientos que estas villas tienen por delante para lograr la excelencia”. Este apartado incluirá “medidas para la ordenación, fomento de la rehabilitación y regeneración urbana, creación y señalización de paseos peatonales o la elaboración de ordenanzas específicas para estas villas que busquen el mantenimiento y respeto de los elementos representativos y de identidad de las mismas”.
La segunda de las líneas de trabajo buscará “reforzar las villas costeras desde un punto de vista estratégico a nivel hotelero, hostelero, comercial, turístico y de servicios”.
Mientras que el tercero tendrá dos vertientes. Por un lado, buscará contener la “extensión del suelo urbanizable y apostar por la regeneración de áreas urbanas consolidadas” y, por otro, “aliviar las villas de tráfico rodado por medio de un modelo con más presencia de transporte público, aparcamientos estratégicos a sus entradas y medios alternativos de desplazamiento como caminar o utilizar la bicicleta”.
En septiembre de 2016, cuando leí esto, ya comenté: “Lastres, casco histórico declarado BIC, ‘Pueblo ejemplar’ en los premios ‘Príncipe de Asturias’ y perteneciente a la red de ‘Pueblos más bonitos de España’, por fin merece la atención de los políticos. No sé quién verá la materialización de esta iniciativa, pero verborrea de los políticos no faltará para tenernos entretenidos. No obstante, escucharemos con los ojos para ver con los oídos la realidad de lo que nos dicen”.
No me equivoqué: la iniciativa se fue al garete.
Mientras tanto, la “dejadez” del Principado frena la senda entre Lastres y La Griega, aseguró un partido de la oposición hace tiempo.
En definitiva, creo que Lastres merece otro tratamiento si es que de verdad quieren construir futuro. Como oí hace poco, muchos “rezadores” se quejan a Dios disfrazando su queja en oración de petición: pidiendo por esto o por lo otro. Y quien lo dijo añadió que si hay que quejarse, uno se queja y ya está, sin disfrazar la oración. Pues eso, a los políticos, que no son Dios, aún con más razón, yo me quejo quejándome de que no saben qué hacer con mi pueblo.
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