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Puerto de Luanco, sólo para unos privilegiados

11 de Septiembre del 2018 - José Ignacio Terán Valverde (Oviedo)

Hace unos años se construyó en Luanco el nuevo puerto deportivo, proyecto financiado con fondos públicos, con el objetivo de agrupar tanto las embarcaciones de recreo como las de pesca profesional.

La primera zona del puerto, donde se ubican los primero pantalanes, es de uso público en todas las zonas comunes (incluido un aparcamiento), a excepción del acceso a los propios pantalanes y embarcaciones. La segunda zona, es decir, donde se encuentran los edificios de uso por los pescadores profesionales y los segundos pantalanes, además de toda la explanada y el muro del nuevo espigón, tiene prohibido el acceso, tanto a vehículos como a peatones que no tengan relación con el puerto (es decir, que no tengan barco y amarre).

Me pregunto yo, si esa obra se realizó con dinero de todos, ¿por qué sólo pueden pasear por ella los que son marineros o los que tienen un barco?

He consultado a una patrulla de la Guardia Civil, que casualmente se encontraba allí estacionada, si podría ser denunciado y sancionado por pasar caminando por la zona; su respuesta fue muy clara, “sí”, aunque me aclaró que nunca han denunciado a nadie. Existe una señal de prohibida la circulación y prohibido el paso de peatones.

Estas instalaciones son responsabilidad de la Demarcación de Costas de Principado.

Ya basta de que los que tienen un barco se beneficien de un precio de risa por poder amarrar con seguridad su embarcación, además tienen derecho a aparcamiento para su coche; pero que los que hemos pagado esa obra no podamos pasar es como para pensar que en este país hay ciudadanos de primera y otros de segunda.

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