Día de Asturias
El arzobispo de Oviedo dice que goza de festejar una historia que nos pertenece. La historia en efecto está para recordar y festejar, pero que casualidad que los paganinis del sarao siempre son los mismos, mientras ustedes (todos los invitados) viajan, se hospedan y se pegan unos convites de cuidado, seguro a costa de quienes comerán lentejas estofadas en casa después de aplaudirles a rabiar.
Siempre me viene a la cabeza, aquellas fiestas de Cuaresma donde estaba prohibido comer carne con pecado mortal incluido. Todo se suavizó con Pablo VI en 1966 pero anteriormente a esa fecha, solo los curas, alcalde, farmacéutico, médico y sargento de la guardia civil con una serie de invitados de influencia de cada zona, también celebraban esas fechas comiendo de todo, pagando la bula. Los pobres por qué no podían pagar, al infierno. Y es que, no había otra manera de alimentarse, el pescado era caro y trabajar las 24 horas del día comiendo verdura sin chichu no cuela.
Ahora ocurre lo mismo revestido de festejo: el pueblo aplaude y paga. Ellos viajan, escoltas, seguridad, hoteles de cinco estrellas y comilonas; mientras esos de las aceras que les cae la baba con la amiguita del "compi yogui/merde" y su familia más una recua de invitados que siempre son los mismos ¡a pagarrr! ¿Por qué no invitan un año a los pobres y ustedes se quedan en las aceras aplaudiendo? Pueden traer a los amiguitos del alma, cuñados y demás familia para aplaudir, si es que no están en chirona.
Seguimos siendo cándidos y buena gente. Estamos viendo las correrías que se le asocian al anterior monarca, que deja marcado a su hijo que nada tiene que ver, bastante tiene con la sombra de su padre, los líos de familiares y un pueblo que no se resignará a seguir con una democracia anacrónica donde la jefatura del Estado es revestida en un rey que en este siglo debe someterse a las urnas. Después de decir esto, añado: Felipe me parece el personaje público más preparado y serio que tenemos, me da pena que no se someta a las urnas, saldría elegido sin ninguna duda.
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