Celebrando los 100 días de Pedro
Sin mucho que hacer por desgracia, me acerqué el pasado domingo al Campo San Francisco, donde al parecer nuestro presidente no electo presidiría la Fiesta de la Rosa del PSOE, la cual iría acompañada con una serie de ponencias con las que promocionar los 100 primeros días de Sánchez al frente del Gobierno de la nación.
Si alguien esperaba alguna sorpresa, como un discurso serio o propuestas realistas y matizadas, siento ser yo el que le anuncie. Asistí de nuevo a un discurso maniqueo, vacío y barato; comenzando por el secretario de la AMSO Piñuela, el cual al poco de comenzar el mitin se arrogó el monopolio de la sensibilidad del socialismo con respecto a las víctimas del trágico accidente acaecido en Avilés hace pocos días, finalizando su intervención deseando la continuación de un PSOE sempiterno en Asturias.
A continuación le siguió nuestro alcalde no electo Wenceslao, el cual tras citar contra el PP el mantra de la corrupción (se olvida de las operaciones “Marea” y “Enredadera” contra miembros de su partido) y acusarle de hacer políticas de tierra quemada a la vez que de falta de visión de Estado y de diálogo (ese ente en el que cada uno ve lo que le conviene) anuncia su repetición como candidato a la Alcaldía (esperemos que a la tercera sea la vencida) a la vez que, para terminar su discurso, vuelve a atacar a la oposición de erosionar las bases del municipalismo, de la prosperidad y -por quedar que no quede- de la democracia.
Tras este manido discurso, dio paso a la bachiller Adriana Lastra, que, tras anunciar que nos estaban viendo en España y en parte del extranjero (haciendo un claro guiño a la conjunción planetaria de Leire Pajín), saca pecho por el próximo plan contra la pobreza infantil que su partido piensa implantar en nuestra ciudad (que como se sabe llega a niveles de Adís Abeba) y pasa a apelar al guerracivilismo, tachando a la oposición de xenófoba por no seguir una política migratoria contradictoria y suicida, a tratar la exhumación de Franco como prioridad nacional y, para acabar, por defender al PSOE como garante de la integridad territorial de España (que se lo digan al PSC).
Antes de la intervención de Pedro, le precedió su candidato para la Presidencia del Principado, Adrián Barbón, el cual intentó descaradamente suplir su falta de discurso con unos gritos histéricos en la línea de la tradición de grandes cómicos de nuestro país como Chiquito de la Calzada mientras se jactaba de haber convertido su partido la TVE en una televisión objetiva y de calidad.
Ahora sí, para cerrar esa pequeña convención subió al fin Sánchez al estrado, donde, tras apelar al cambio (sea lo que esto signifique) y al feminismo más barato posible sin poder hacer hincapié en ningún logro real y reconocer su debilidad parlamentaria, se comprometió a vertebrar una serie de reformas con la justicia social de fondo poniendo la fecha para la consolidación de las mismas en 2030 (previsiblemente con él como presidente hasta ese año). Todo un ejercicio de “wishful thinking”.
Adriana Lastra pidió en parte de su discurso que la oposición se regenerara a imitación del PSOE, sin embargo uno no pudo evitar irse de ahí sin la sensación de nada nuevo bajo el cielo.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo