LA CAMARA DE PEREZ DE LA SALA
Vivo en Pérez de Ayala. El pasado jueves fui a mi casa en otro coche distinto al mío y pasé por Calle Pérez de la Sala, donde a la entrada hay una señal que prohíbe el paso "excepto para residentes". No fue hasta el Lunes que me acordé de avisar al Servicio de Movilidad del ayuntamiento de Oviedo. "Como soy residente y figuro empadronado no tendré problema, cumplo con la normativa", pensé. Sorprendentemente, recibí el siguiente mail de respuesta: "Las solicitudes de acceso deben ser siempre previas al acceso, salvo en casos de urgencia debidamente justificados."
Sorprende que, pese a vivir en un determinado lugar, figurar como empadronado y demás, uno tenga que pedir autorización (cabe recordar que la señal dice que "excepto residentes", y no "excepto residentes autorizados"). Pese a ello, uno pasa por el aro y solicita el permiso. Llama la atención, sin embargo, que cuando uno se ha olvidado de pedirlo y lo haga más tarde, le respondan que las autorizaciones tienen que ser previas salvo casos de urgencia. Lo cierto es que ni la Ley de tráfico, ni sus reglamentos de desarrollo, ni la ordenanza municipal de movilidad (artículo 87) exigen que tenga que ser previa esa autorización.
Y, por último, no sé si será urgente, pero sí necesario, importante y un derecho, aparcar con el coche que me dé la gana en mi casa y en mi plaza de garaje. Que los vestigios del gabinismo sigan coleando por el ayuntamiento es algo que también sorprende.
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